YO, CONFIESO
dejar
el interior al descubierto,
que sea vuestra voz la que me inspire,
un poema de amor en seco huerto.
En el sentir de un corazón cansado,
por
ahora, lo único que oferto
es en las tardes, tibio sol dorado,
resplandores
de luz al mediodía,
por
las noches, quizás, el sueño alado,´
referente
eternal de mi poesía.
Como
apuesta: creer en lo imposible
mientras
conserve un soplo de energía,
hacer
de la esperanza un ser tangible,
dejar en el olvido la tristeza,
y tornar el dolor en mal vencible,
al
escuchar del verso, la grandeza.
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