domingo, 17 de abril de 2016

CINCO ESQUINAS

Es bien sabido, que las capacidades humanas son limitadas. Si en el aspecto físico, nuestro declive comienza en la edad madura y se agudiza con el paso de los años, en el plano intelectual, el poder creativo puede seguir una curva ascendente hasta edad avanzada, sobrepasada la cual, el progreso es prácticamente nulo, hasta que el deterioro de las facultades resulta evidente. Esto viene a cuento, porque, según mi opinión, el autor de "Cinco Esquinas", Mario Vargas Llosa, parece haber alcanzado el punto de inflexión. Sus relatos han perdido frescura narrativa y sobre todo la originalidad de obras tan consistentes como "La ciudad y los perros" o "los cachorros", sin olvidarnos de la divertida "Pantaleón y las visitadores", que, aunque de menor calado, es un buen relato sobre la cultura popular peruana.
Puede, que la ya fallecida Carmen Balcells, (su agente literaria), aprovechando el boom informativo del affaire amoroso del autor, pensara que esta obra alcanzaría una difusión extraordinaria, por el mero hecho de esta circunstancia, cosa que al parecer, no está sucediendo, como ocurría en anteriores publicaciones.
En "Cinco esquinas " se narra la corrupción existente en Perú, en los últimos años del Mandato Presidencial de Alberto Fujimori y de su mano derecha, Vladimiro Montesinos "El Doctor", personaje siniestro capaz de poner cierta prensa amarilla a su servicio con el fin de eliminar opositores. Así, consigue que se publiquen fotos de una orgía en la que se ve envuelto el potentado Enrique Cárdenas. No falta en el guión la detallada relación lésbica entre la mujer de Cárdenas y su mejor amiga, con el débil pretexto de tener que pasar una noche juntas, debido al toque de queda decretado por el Gobierno ante la extrema violencia de "Sendero Luminoso". Un recitador de poemas y el mensaje de que al final "los buenos" no lo son tanto y de que "los malos" parecen en cierta manera regenerarse, completan el panorama de lo que el autor pretende mostrarnos.

En "Cinco esquinas", Vargas Llosa, es capaz de alternar varias narraciones con su maestría habitual, haciendo que la lectura resulte fácil, aunque nada original, puesto que los recursos estilísticos empleados, son los mismos de otras novelas. Resultado: una obra menor, que seguramente se venderá bien, porque el nombre del autor y sus continúas apariciones en la prensa del corazón, son factores muy favorables para que esto suceda.

2 comentarios:

  1. Te admiro por la maestría de esta reseña. No he leído nunca nada de Vargas LLosa y no tengo una razón clara, tampoco es un personaje que me haya atraído. Me inclino más a leer por el libro que por el autor a la hora de elegir mi siguiente lectura, sin olvidar nunca a mi Agatha Christie; ya que siempre tengo un libro suyo complementándose con otro que me resulte pesado de leer. Gracias de nuevo.

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  2. Te admiro por la maestría de esta reseña. No he leído nunca nada de Vargas LLosa y no tengo una razón clara, tampoco es un personaje que me haya atraído. Me inclino más a leer por el libro que por el autor a la hora de elegir mi siguiente lectura, sin olvidar nunca a mi Agatha Christie; ya que siempre tengo un libro suyo complementándose con otro que me resulte pesado de leer. Gracias de nuevo.

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