jueves, 12 de mayo de 2016

CATEDRAL DEL BURGO DE OSMA

De lejos se adivina tu hermosura,
mecida torre junto al  río Ucero,
allí en donde el Cid fuera guerrero,
surgió el milagro de la piedra pura.

Valiosa en arte, fuerte sin mesura,
el porte señorial se ve ligero,
pues más parece ángel que cantero,
quien de la roca hiciera bordadura.

Atalaya al cobijo amurallada,
bella dama, del Burgo, pregonera,
vigía que de forma tan callada

oteas, desde cúpula cimera,
la villa a tu suerte encomendada,
el pinar circundante y la ribera.


4 comentarios:

  1. Muy emocionante, el recuerdo de la torre de la catedral de El Burgo de Osma, su entorno físico y las resonancias históricas de esos hermosos lugares. Una poesía muy bonita. Gracias Carlos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, amable lector/a. Celebro que compartas conmigo el encanto que me transmitió la contemplación de tan extraordinario monumento.

      Eliminar
  2. Hermosa poesía dedicada a la Catedral del Burgo de Osma. Tengo el placer de conocerla y creo que los de tan insigne pueblo se sentirían orgullosos de que un escritor como le haya dedicado tan bello poema.

    ResponderEliminar
  3. Con bastante retraso contesto a tu comentario, querida Areños, perdona. En mi descargo debo decir que, pasados unos días, no suelo mirar lo que he publicado.
    Agradezco, enormemente, la loa que haces del soneto y me siento feliz sabiendo que este comentario procede de una gran escritora. Abrazos

    ResponderEliminar