domingo, 10 de julio de 2016


ODIO RACIAL

Los últimos acontecimientos de Minnesota y Louisiana y el acaecido hace dos días en Dallas, reabren la herida, hasta el momento sin cicatrizar, del conflicto racial en Estados Unidos. El problema no resulta fácil de resolver porque es anterior al nacimiento de los Estados Unidos de América como nación. Con el correr de los tiempos, se han conseguido avances significativos en cuanto a la igualdad de los derechos humanos más elementales, a costa de la lucha del pueblo negro y más recientemente del colectivo hispano. Sin embargo, basta cualquier hecho aislado, casual o premeditado, para que la mecha violenta vuelva a encenderse.

Mi poesía que intenta cantar la belleza de cuanto nos rodea, se vuelve hoy, denunciadora de una situación para la que deseo una pronta solución. Con mi profundo respeto para todas las razas que pueblan la bella nación americana, la actualidad me ha llevado a componer esta Décima.

Es un conflicto enquistado
de convivencia cruenta
que a dos razas las enfrenta
de entendimiento cegado.
Si el quiste no se ha sajado
a tiempo, por dejación,
o se impone la razón
o acabarán siendo cientos
los que vivan los momentos
más tristes de esta nación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario