jueves, 29 de junio de 2017

EL BOLÍGRAFO

A escasos cien metros de la oficina del Periódico local, Mercedes se detuvo y pensó en darse la vuelta y desistir en su intento de poner un anuncio. Lo que se proponía era una idea descabellada,  a todas luces sin fundamento y, presumiblemente, estéril. Durante varios días y otras tantas noches, había estado madurando en su inquieta cabeza, este intento desesperado por intentar contactar con el educado y atractivo ejecutivo que ocupó un asiento junto al suyo en el AVE en el que regresaba a casa, después de haber disfrutado de una excelente jornada de shopping, en la capital de España.

El joven, se había interesado por ella, apenas el tren comenzó a rodar. En menos de una hora, tuvieron tiempo de contarse parcialmente sus vidas, más como un medio de entretenerse que de entablar una relación consistente, aunque en tan breve intervalo de tiempo, ella quedara prendada de la tez morena de su interlocutor y de su elegante traje azul a juego con la corbata. Seguramente no mintió cuando le dijo que recorría toda España como agente de una conocida marca de telefonía. Entre tiempos de conversación y de observación, tuvieron ocasión de hacer un crucigrama a dúo, utilizando un vistoso bolígrafo de Mercedes que, seguramente, de forma no intencionada, el joven guardó en su bolsillo cuando la megafonía les anunció la llegada a la estación de término. Allí se despidieron y, entre risas, el muchacho comentó: —El mundo es muy pequeño, tal vez volvamos a encontrarnos. Ella, sintió el deseo de acompañarle, pero mintió pretextando hacer una gestión. La habían educado para no mostrar claramente sus sentimientos y, por principio, no deseaba que ninguna amistad masculina pensara de ella que era una mujer fácil.

Al llegar a casa, notó la falta del bolígrafo, de escaso valor, pero sobre todo echó de menos la presencia del ejecutivo y se lamentó de no haber estado rápida de reflejos para intercambiarse sus teléfonos. Tras varios días de pensar en la forma con la que podía contactar con él, creyó que la pérdida del bolígrafo le daba la oportunidad de hacerlo de una manera discreta, insertando un anunció en el periódico local.

Reanudó la marcha y penetro en la oficina, insertando en la sección de "Objetos Perdidos", el siguiente anuncio: Bolígrafo azul con incrustaciones, extraviado en el AVE del pasado sábado. Alto valor sentimental. Telf. 664......

Dos hombre y una mujer, contestaron a su requerimiento y con ellos quedó citada en una céntrica cafetería. Allí puso comprobar que ninguno de los bolígrafos era el suyo, pero como quiera que uno de los caballeros tenía buena planta y exquisitos modales, acertó a balbucear:—Creo que es este, aunque no estoy segura ¡lo usaba tan poco! El caballero se lo entregó con una sonrisa de satisfacción diciéndole:—Me alegra haberle podido ser útil. Cuando se iban a despedir, Mercedes, anduvo más rápida de reflejos que la vez anterior y sugirió a su benefactor que aceptara tomar con ella un café, por las molestias que le hubiera podido ocasionar.

Tras el café, pasearon y tuvieron ocasión de comprobar la afinidad de gustos en las más diversas facetas de sus vidas, por lo que decidieron volver a verse de nuevo. Al despedirse, además de los teléfonos anotaron sus direcciones, utilizando el bolígrafo en cuestión. Después de que el hombre escribiera la dirección de Mercedes, dijo entre risas:—Nunca pensé que el bolígrafo que he cogido esta tarde del bolso de mi madre, me traería tanta felicidad.
Mercedes, un poco sonrojada, se rió abiertamente.

domingo, 25 de junio de 2017



ENTREGA  DE  LOS  PREMIOS  "SARMIENTO"

Fue un acto, sencillo, emotivo, lleno de contenido para cuantos recibimos el Premio y para nuestros familiares y amigos. Un galardón así, siempre resulta ser un estímulo importante para que el escritor sienta que sus poemas, esas pequeñas criaturas a las que ha dado viva, se asomen  a la observación de los ojos que los leen, de alguna manera ratificados por un Jurado que les ha concedido el marchamo de calidad a la que aspiraban.

Permitirme que me sienta moderadamente orgulloso y, a la vez, enormemente agradecido a quienes tuvieron a bien tocarme con la varita mágica de la fortuna, otorgándome un Premio, que seguramente todos los que actuamos desde octubre a junio, merecimos.

La lección final de Curso a cargo de Carlos Aganzo, director de "El Norte de Castilla",  que versó sobre la obra poética de San Juan de la Cruz y Santa Teresa fue francamente emotiva. Junto a él y dando empaque al Acto, se encontraban los excelentes poetas: Araceli Sagüillo, directora de los Viernes de Sarmiento, José María Muñoz Quirós, Antonio Piedra, Santiago Redondo y José Antonio Valle.

Las fotografías con las que acompaño este reportaje, se sienten incapaces de comunicar las emociones vividas, pero, como las había prometido, al menos así tendréis una idea de lo allí acontecido.


jueves, 22 de junio de 2017

PREMIO  "SARMIENTO"  DE POESÍA

Cécile está encantada  y, sin duda, enamorada. A mí me ocurre lo mismo. Cuando le comuniqué que pensaba escribir una novela sobre nuestros amores juveniles, se quedó un poco sorprendida y un tanto arrebolada. Pronto se tranquilizó cuando le aseguré que únicamente desvelaría aquellos pasajes románticos que me llevaron a elegirla entre todas las muchachas de su edad. Ella era mi amor, mi poesía, mi forma de entender la vida. Jamás—le dije—, he sido con nadie tan feliz como contigo y el relato de nuestros encuentros y de los poemas que te escribí, pueden ayudar a que otras parejas busquen, como nosotros, lo más elevado en una relación que no es otra cosa que el amor sublime.
Con un mohín cariñoso, me dio su aprobación y, desempolvando cartas y poemas, me puse manos a la obra hasta concluir la novela que titule: "Cécile. Amoríos y melancolías de un joven poeta".
Con ella revivo épocas pasadas, que actualizo cada vez que tengo la ocasión de exponerlas ante un público mayoritariamente juvenil.

Luego surgió aquella invitación que se consolidó, recuerdo: un 10 de febrero. Por vez primera, pude declamar mis versos en ese ámbito cultural que durante cuarenta años ha ido iluminando de versos las tardes de los viernes vallisoletanos.

Estos encuentros poéticos nacieron del empeño poético  del escritor y poeta Andrés Quintanilla Buey, durante muchos años presidente de la Academia Castellano-Leonesa de poesía, promotor de esta idea bautizada como "Los viernes del Sarmiento", que se han continuado desde su fallecimiento en 2008, bajo la dirección de su esposa, Araceli Sagüillo.

Aquella tarde los versos resonaron en la Cátedra de los grandes poetas  con efusión lírica desconocida. Cécile, en la distancia, me impulsaba a declamarlos con el mismo entusiasmo con el que fueron compuestos, y al concluir mi intervención, ayudado en mi empeño por la soprano Natalia Mota, me sentí transportado al momento justo en el que fueron imaginados, pues el azul intenso de los ojos de Cécile, es el mar sosegado por el que navego y sueño día tras día.

El Premio SARMIENTO que se me ha otorgado y por el que me siento agradecido y feliz, es fruto de la fuerza creadora de quien me lo ha inspirado: Cécile, y a su amor eternal, sentimiento que me impulsa a seguir construyendo poemas como este:

 TU PRESENCIA

Nada me conforta más que tu presencia.
No importa el lugar donde te halle.
Tanto me da que el sol dore las copas de los árboles
o que el aire gélido vaporice las palabras.
Iré a buscar las flores que te agradan
para amueblar con sus pétalos mi estancia
 y rellenar los espacios del alma
cuando no te sienta cerca.
Tu perfección me enloquece hasta transformar
los tristes recuerdos melancólicos
en sentimientos de gozosa plenitud.
Me siento fuerte al sentir
la fragilidad de tu cuerpo abrazándome.
Si algún día no pudiera besar tu boca,
besaría aquellas palabras
con que me anunciabas el amanecer,
alejando de mi mente
toda sombra de melancolía que me acecha.
Voy a rellenar los espacios del alma
con pétalos de las flores que te agradan,
para sentir tu aroma, por si una catástrofe
derribara los muros de este mundo
llevándote a donde no pudiera verte.
No importará que el Sol ya no me alumbre
ni que la noche sea eterna.
¡Llevo grabada en el alma tu presencia!




.



domingo, 18 de junio de 2017



 CON LA AYUDA DEL MARQUÉS

O mejor, gracias al Palacio del Marqués de Camarena, sede del Ateneo de Cáceres, la presentación de Fábulas carolingias pudo celebrarse a una temperatura inferior a los 40 ºC existentes en el exterior del recinto. Acompañados de un puñado de valientes para los que la elevada temperatura no supuso hándicap, y que contribuyeron con sus brillantes aportaciones a que el ambiente resultara enormemente agradable, la hora y media que duró el evento, se nos pasara casi sin darnos cuenta.

Os muestro algunas fotografías de tan maravilloso encuentro, acompañadas del texto escrito que el presentador, Juan Verde Asorey, catedrático de Filosofía, compuso para la ocasión y que recibí como obsequio al finalizar el Acto.

Es para mí un honor y un placer poder presentar este libro escrito por Carlos, hermano de mi querido amigo Manuel Malillos, quien, además, lo ha ilustrado. La palabra ilustrar indica dirigir o infundir luz en algo para que resalten sus cualidades o se hagan evidentes algunas que a simple vista pasaban desapercibidas. La raíz indoeuropea leuk (luz, brillo, esplendor) está en el origen de las palabras como luz, lumbre, luna o elucubrar.

Podréis comprobar que las ilustraciones de Manolo no solo iluminan las ideas de Carlos, sino que gozan de esa capacidad del arte, de iluminación por sí solas. La portada y la contraportada del libro contienen, en tamaño reducido, las 22 pinturas que ilustran las 22 fábulas que componen el libro.

Carlos, el autor del texto, es una persona renacentista. Además de licenciado y profesor de Física y Química, es músico ( autor de letra y música de la canción ganadora en el II Festival de la Canción Testimonio Castellano-Leonesa (1989), es poeta (autor del mejor soneto para El sermón de las Siete Palabras de Valladolid (2012), es autor de relatos, cuentos y novelista (Las lamentaciones de mi primo Jeremías -2012, Cécile. Amoríos y melancolías de un joven poeta-2014-). Etc.

En 22 fábulas breves, Carlos trata sobre asuntos fundamentalmente relacionados con valores humanos de los que depende que la vida de las personas sea más justa y agradable, tales como el altruismo, la generosidad, el diálogo, la humildad, la belleza, el amor, el esfuerzo, etc.

Es capaz de situar la acción con brevedad, creo que debería decirse con graciana exquisitez, lo que no le impide, sino que casi le obliga a expresarse con un estilo límpido y muy atractivo. Escribe para el público en general, pero pensando principalmente en la adolescencia y la juventud.

Las ilustraciones de Manuel son, como ya hemos dicho, verdaderas obras de arte en sí mismas. También licenciado y profesor de Física y Química, pero con una ya larga experiencia en lo relacionado con la pintura, ya que figura en el libro Artistas extremeños contemporáneos (2002), ha ilustrado mi libro La palabra y su imagen (2015). Etc,

Podéis seguir a ambos en sus Blogs Acuarelas Malillos y Carlos Malillos Rodríguez

                                                                   Juan Verde Asorey

 

jueves, 15 de junio de 2017



AHORA, CÁCERES

Este mes de Junio ha propiciado con sus altas temperaturas, que mi comportamiento sea similar a la de una ave migratoria, viajando de aquí para allá con mi libro a cuestas, lo que me está dando la oportunidad de conocer  y relacionarme con gente maravillosa. Así, mañana, viernes, si nada ni nadie lo impide, estaré en Cáceres promocionando mi libro Fábulas carolingias, que tan buena acogida está teniendo entre el público de todas las edades, especialmente entre los docentes que ven de alto contenido moral cada una de las Fábulas y piensan en él, como segura elección para la programación lectora en sus aulas, en el próximo Curso académico.

El evento tendrá lugar, a las siete de la tarde en el Ateneo de Cáceres, actualmente ubicado en el Palacio de  Camarena, a escasos metros de la Plaza Mayor. A mi hermano Manuel, autor de las ilustraciones, y a mí, nos presentará el conocido escritor y catedrático de Filosofía, Juan Verde Asorey ¡Todo un lujo!

Espero que el Acto que reúne por vez primera a los dos hermanos que hemos confeccionado el libro, os resulte ameno. Por nuestra parte, haremos lo posible para que así sea y os invitamos a que acudáis a escucharnos. Gracias anticipadas.

 

domingo, 11 de junio de 2017


                            TARDE DE PRESENTACIÓN EN ZAMORA

En la Biblioteca Pública, tras la escultura del profesor y poeta Ignacio Sardá, que tanto hiciera por Zamora, tuvo lugar el jueves, la presentación de mi libro Fábulas carolingias. Como había prometido y en atención a los que no pudisteis estar presentes en este cultural acontecimiento, os muestro unas instantáneas del acto. Es una lástima que no pueda transmitiros la ilusión que sentí al estar de nuevo allí y tampoco disponga del audio de la magnífica intervención del profesor Julio Eguaras, ensalzando libro y autor ¡Gracias, Julio!


El no muy numeroso, pero entendido público asistente, fue una aliciente añadido para que la hora que duró el Acto se nos pasara en un suspiro. Muchas gracias a todos los que pudieron ir y también, a cuantos queriendo estar, no les fue posible acompañarnos.

jueves, 8 de junio de 2017

FÁBULAS Y RECUERDOS

Por fin, llegó el día. Hoy, a las 8,30 de la tarde, en la Biblioteca Pública de Zamora, gentilmente acompañado de Julio Eguaras, presentaremos mis Fábulas carolingias. Motivo de satisfacción y de inevitables recuerdos de tiempos pasados, cuando paseaba mi recién estrenada juventud por las calles de esa bella ciudad castellana. Ha sido inevitable que compusiera un poema, recordando aquellos momentos. A veces, la nostalgia convulsiona nuestro ser, alcanzando hasta la desgastada médula de nuestros huesos. Este es el resultado:


                
                   CANTO A ZAMORA

Vibra en silencio mi alma
cuando paseo de nuevo tus calles, Zamora.
Se despliegan ante mí,
con la pura inocencia de años atrás
edificios almibarados por el tiempo,
añoranzas de aquello que dejé en el recuerdo
con el deseo de no olvidarlo nunca.
A la sombra de los muros de San Juan,
pensé, más de una vez, deslizarme por la calle Balborraz,
como un tobogán mágico que me llevara al Duero
y en los jardines de la Marina, corrí tras el balón,
mientras el heladero esperaba paciente
a que mi padre, antes de regresar al Cubo,
me obsequiara con un delicioso cucurucho
de nata, fresa o chocolate.
Puede que sea nostalgia lo que siento o puede
que en la película de la vida, 
los momentos felices,
gocen de una eterna primavera.
Lo cierto es, que cuando recorra esta tarde Santa Clara,
sentiré el vigor juvenil y la ilusión vana
de que el tiempo se ha detenido y de que todo sigue igual,
como las crestas de la Catedral,
y caminaré, entre incertidumbres,
con mi adolescencia a cuestas                            
intentando emular, como entonces,
al intrépido Viriato.




domingo, 4 de junio de 2017


CITA EN ZAMORA

He copiado de la Programación Oficial de la XXXII Feria del Libro de Zamora, los párrafos que hacen referencia a mi presencia  en la citada Feria.
JUEVES  8 DE JUNIO
                                       20,30 h. Presentación del libro “Fábulas Carolingias”
de Carlos Malillos. Presenta: Julio Eguaras.
Biblioteca Pública del Estado.

Sí, amigos, volveré a la ciudad de mi adolescencia y de los recuerdos gratos: ¡La bella y siempre amable Zamora!

En el edificio de la Biblioteca Pública, en la que he tenido el privilegio de disertar en ocasiones anteriores, presentaré Fábulas Carolingias, ante el entendido público zamorano, que siempre ha acogido con gran entusiasmo mis publicaciones.

Por si esto fuera poco, tendré la fortuna de ser presentado Por Julio Eguaras, profesor de Lengua y Literatura en el IES María de Molina de la capital, que pertenece al Seminario Permanente de Claudio Rodríguez y que está muy involucrado en temas de Calidad Educativa, habiendo obtenido, entre otros, el Premio Nacional Giner de los Ríos, por el proyecto titulado: "Todos los caminos conducen al..LIBRO". Un gran lujo de presentador, sin duda.

Todo está dispuesto para que mi corazón, como el del potrillo que ilustra la portada de mi publicación, lata apresurado. Esta alegría quiero compartirla con todos vosotros, seguidores de mi blog, y muy especialmente con aquellos que residís en Zamora y a los que invito a escuchar en directo las razones que me han impulsado a escribir un libro de Fábulas. Será un placer veros y firmar cuantos ejemplares deseéis.

Os espero y os doy las gracias de antemano por vuestra asistencia. ¡Hasta el jueves!


.

jueves, 1 de junio de 2017

PASAJES DE "CÉCILE. AMORÍOS Y MELANCOLÍAS..." (35)

CAPÍTULO V
La Acogida
...............................................

Al traspasar el umbral del salón, me encontré con toda la familia de Daniel, haciendo de la sobremesa una charla animada. Tanto don Alfredo Casarell como su esposa Stéphanie se incorporaron de los sillones que ocupaban para saludarme. Don Alfredo me estrechó cordialmente la mano, en tanto que su esposa, de la que esperaba el mismo recibimiento, me atrajo hacia ella, besándome ambas mejillas.
―Éstas son mis hijas, Charlotte y Cécile, y ésta es a partir de ahora tu casa ―me indicó madame Stéphanie, moviendo las manos con suma delicadeza.
Charlotte, la hermana mayor, se estiró la falda antes de dirigirse hacia donde me encontraba, y me estampó dos sonoros besos, eso sí, contrayendo ligeramente las piernas al besarme, pues con tacones, me sacaba la cabeza. En cambió Cécile, un tanto ruborizada, apenas rozó sus mejillas con las mías. Este gesto fue más que suficiente para que los latidos de mi corazón se dispararan incontrolables.
Antes de sentarnos, el señor Casarell nos abandonó pretextando tener que resolver un asunto urgente en su despacho. Con una sonrisa, que parecía ser el distintivo de la familia, me deseó unas felices vacaciones y manifestó el deseo de conocer a mis padres.
―Os dejo. Soy demasiado mayor para estar entre tanta juventud ―pronunció, agitando en alto la mano derecha.
Madame Stéphanie actuó a partir de ese momento como perfecta anfitriona. Queriendo agradarme, puso a mi alcance una bombonera de cristal tallado y me ofreció tentadoramente su contenido. Imposible negarse. Instintivamente, tomé uno de los bombones y lo introduje en la boca a la espera de acontecimientos. La madre de Daniel poseía una elegancia innata, que demostraba en cada movimiento que realizaba. Sin ser llamativamente hermosa, sus ojos claros, enmarcado en un rostro de formas suaves y una melena ligeramente rubia, conferían a su cabeza aires de distinción. La delgadez del cuerpo era ostensible y se patentizaba en unas piernas largas y huesudas que permanecieron cruzadas bajo una falda a cuadros, todo el tiempo en que permaneció sentada.
                                                                              ........................................................