ENCARNACIÓN ALONSO RODRIGO
Apenas un año después de la
aparición de su primera novela: “Enterraron
bajo el agua el sol de nuestras vidas”, y cuyo comentario hice en este blog
el 9 de agosto de 2018, la escritora, Encarnación Alonso Rodrigo, vuelve a deleitarnos
con la publicación de una nueva obra compuesta de dos relatos cuyos títulos aparecen bien diferenciados en
la portada de la novela “Las damas de la
gran fábrica”/ “El secreto del convento”. Sobre su contenido, reproduzco
lo que la autora nos dice sobre cada una de las narraciones:
La primera parte de esta historia
novelada, Las damas de la gran fábrica, transcurre en la ciudad de Salamanca.
En los años de la primera mitad del siglo pasado la joven María acude a fiestas
y eventos propios de la época. El río Tormes, la plaza Mayor, la calle del
Prior, el café Novelty, el teatro Liceo… son testigos de sus idas y venidas.
Su belleza racial hace que nunca pase desapercibida allá donde María acude.
Un ambicioso, autoritario, tiránico y dominante terrateniente se cruzará en su camino y, utilizando el gran poder que ostenta, hace que la vida de María cambie para siempre, siendo recluida en “la gran fábrica.”
Su belleza racial hace que nunca pase desapercibida allá donde María acude.
Un ambicioso, autoritario, tiránico y dominante terrateniente se cruzará en su camino y, utilizando el gran poder que ostenta, hace que la vida de María cambie para siempre, siendo recluida en “la gran fábrica.”
La segunda parte, El secreto del convento, son hechos
históricos, leyendas y sucesos acaecidos a lo largo del tiempo en diferentes
conventos de monjas de clausura.
El milagro de la Virgen del Tránsito en el convento del Corpus Christi, hace ahora cuatrocientos años, marcó para siempre la vida conventual de las hermanas Clarisas en Zamora y también la de miles de fieles zamoranos que siguen, día a día, mostrando su veneración a la Señora del Tránsito.
El milagro de la Virgen del Tránsito en el convento del Corpus Christi, hace ahora cuatrocientos años, marcó para siempre la vida conventual de las hermanas Clarisas en Zamora y también la de miles de fieles zamoranos que siguen, día a día, mostrando su veneración a la Señora del Tránsito.
Encarnación, es natural del Cubo del Vino (Zamora),
pueblo en el que transcurrió parte de mi adolescencia y que me sirvió de inspiración para mi novela, “Las
lamentaciones de mi primo Jeremías”, no me pidáis, por tanto, que sea objetivo
con su obra, porque además, Encarni (como se conoce a la cubina) es una
entrañable amiga mía. Sin embargo, sí que
destacaré de esta excelente persona, que su afición como escritora se ha
desarrollado en ella con extraordinaria pujanza y el éxito de sus publicaciones
se pone de manifiesto en el número de ejemplares vendidos, equiparable a la de
muchos autores de renombre. Son varias las ediciones que se han imprimido de su
primera novela y ya se encuentra agotada la primera edición de esta segunda que
hoy nos ocupa.
Felicito a Encarni por sus éxitos literarios y deseo
que esta reciente publicación sea el anticipo de otras más que han de venir de
su fluida pluma.