MI AMIGA "LA FRASCA" (1ª Parte)
“La Frasca” utiliza esta “cátedra”, para impartir
sus enseñanzas sobre lucha revolucionaria e igualdad de Derechos. Era una mujer
adelantada a su época, que entre trago y trago y cigarro tras cigarro, entre
otras cosas afirmaba: “Es una vergüenza que en nuestro Distrito Universitario,
sólo el veinte por ciento seamos mujeres. En Francia este porcentaje es mucho
más elevado y sigue aumentando a raíz del mayo del sesenta y ocho”. La
pelirroja hablaba con la autoridad moral que le confería conocer buena parte de
Europa y de aventajar a los oyentes en no menos de seis o siete años. Sin duda,
los profesores, no eran proclives a examinarla en el recinto del que “La
Frasca” no salía.
Las tertulias eran abiertas y, si querías participar
en ellas, únicamente había que arrimar una silla y pagar una frasca de vino
para reposición, gesto que la mujer agradecía con una sonrisa y el consabido:
“Gracias, compañero”.
Yo, que por aquellos momentos estaba atravesando la
época más bohemia de mi existencia, y que era poco amigo de escuchar a
conferenciantes en aulas de gran capacidad, por muy regio que fuera el edificio que las
albergaba, encontré en las arengas de
“La Frasca”, repuesta a muchos de las aspiraciones revolucionarias con las que
la mayoría de los jóvenes, soñamos. Me hice tan asiduo a sus discursos como a
la ingesta de vino, adquiriendo tal grado de amistad con mujer tan convincente,
que, cuando acudía a escucharla, saludaba mi presencia con el cariñoso: “Hola,
chiquitín” a la vez que estampaba dos sonoros besos en mis mejillas.
Su capacidad de convicción era tal, que me dejé
crecer la barba hasta que mi cara recordaba vagamente a la del “Che Guevara”. Persistente
en la misión de captar adeptos para la causa revolucionaría, me afilió a un
Partido progresista, de nombre muy extenso y en cuyo logotipo figuraba una
estrella.
Al finalizar el Curso, no sé si por esta
circunstancia, yo mismo acabé estrellándome en las calificaciones finales.
Suspendí todas las asignaturas troncales, aunque es de justicia reconocer, que
gracias a “La Frasca”, aprobé el inglés. De haberme matriculado en un Máster
sobre Enología, lo hubiera superado con nota,
Continuará….
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