PERTURBADORA PRIMAVERA
¡Cómo
luce esa guirnalda de flores en tu cabeza!
Pareces
tú misma, una bella flor
de
esta primavera. Perfumadas las sienes
con
esencias de jazmines y heliotropos, devuelves
vencedora
y desafiante la mirada
a
quien, como yo, se queda extasiado contemplándote.
La
belleza siempre me ha fascinado,
pero
no sabría decir, a ciencia cierta,
si
me siento más atraído por la vorágine
de
aromas y colores, o por esa tersa tez, cristalina
y
brillante que envuelve tu rostro, despertando
el
irrefrenable impulso de acariciarla.
Si
quisieras dejar, bella mujer de ensueño,
que
las yemas de mis dedos surcaran
torpes
e indecisas el óvalo de tu faz,
tal
vez pudiera revivir la olvidada primavera
de
un corazón maltrecho y ajado por el tiempo.
Por
un instante, regresaría al país de los sueños.
Por
un momento, perdería la conciencia
del
tiempo transcurrido, para que en este mayo
y
en plena primavera, resurgiera
en
mí, el impuso enérgico y juvenil de un Neptuno,
señor
de ninfas y náyades, aunque, después, al despertar
a
la dura realidad, sintiera la frustración de lo inalcanzable.
Fotografía de David Dubnistkiy
Sensible y cordial
ResponderEliminarDos palabras preciosas que iluminan el poema esta noche como si ya hubiera amanecido. Gracias y saludos.
EliminarPrecioso poema Carlos que hace que realmente sientas ese deseo de unir las dos bellas sensaciones, la primavera y la belleza candida de una mujer. Muy bonita.
ResponderEliminarMil gracias, amable comunicante. La lectura de tu comentario ha hecho que en mi interior crezcan madreselvas y aparezcan irisaciones primaverales. Saludos.
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