IMAGINERIA, LITERATURA Y JUBILEO
La fotografía que encabeza el
cartel-convocatoria del inicio del Jubileo Dominicano en Valladolid, reproduce
la talla del imaginero Gregorio Fernández (1576- 1636), titulada,
"Ascensión o Gloria de Santo Domingo".

Esta imagen me ha impresionado
desde niño y, por eso, cuando publiqué mi primera novela, "Las lamentaciones de mi
primo Jeremías", dediqué a ella unos párrafos en un pasaje en el que mi protagonista
acababa de confesarse en la iglesia de San Pablo:
Con tan ligera penitencia, floté más que anduve hasta los
pies de la impresionante escultura que de santo Domingo hiciera Gregorio
Fernández. El santo parecía extasiado, contemplando el crucifijo que
sostenía su mano izquierda, indiferente al viento celestial que agitaba los
pliegues del hábito. Acercándome, pude distinguir en su frente una estrella, y
quedé tan impresionado al contemplar la claridad de su mirada, que hice
propósito de imitarle, hasta conseguir que la mía tuviera esa dulzura angelical.
El cartel anunciador me da
argumento para felicitar a la Orden Dominicana en general, y a la Familia
Dominicana de Valladolid, en particular, al iniciarse en nuestra ciudad, con
unas solemnes Vísperas, el Jubileo que conmemora el octavo centenario de la
promulgación de las Bulas Pontificias de Honorio III, por el que se dada
Régimen Jurídico a la Orden que fundara Santo Domingo de Guzmán.
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