jueves, 17 de abril de 2025

                                     
                                                 
EL ENCUENTRO

 

 

Cuál suave bálsamo que alivia el cuerpo seco,

Jesús encuentra en María, el Cielo abierto.

Por un momento, el dolor pasa deprisa,

una mirada de Amor es una brisa

que da fuerzas a un cuerpo medio muerto.

 

Arriba el sol, abajo dura piedra,

cerca el monte del dolor supremo

donde espera la soledad agónica…

Y la mirada maternal impulsa

a dar un paso más para cumplir

la voluntad divina.

¡Para todos habrá la salvación eterna!

 

El cielo rasgado, oscurecido

ve brotar del Redentor sangre y agua.

Todo está cumplido.

 

Cuando el Señor me llame, estoy bien cierto.

María, Madre de Amor, saldrá a mi encuentro.

 

 

 

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