domingo, 30 de enero de 2022

 EL YANTAR DE MÍO CID

Revista gastronómica

GUÍA MICHARLYN

 

RESTAURANTE  CARMEN. Rúa da Praia dos Barcos, 2. SANXENXO (Pontevedra)

 

 

 

En ocasiones, comer en una terraza, al resguardo del sol en un día otoñal de temperatura amable, contemplando el mar desde el Paseo de un puerto deportivo, puede suponer un gran aliciente para excitar las glándulas salivales, pero si a eso añadimos que estábamos en compañía de unos buenos amigos y, nos encontrábamos en Galicia, el placer del buen yantar adquiere cotas supremas.

Con la idea preconcebida de comer paella elegimos el restaurante "Carmen" para llevar a cabo nuestro propósito. Resultó un acierto completo. Para abrir boca, pedimos de inicio una ración de berberechos que resultaron muy frescos y plenos de sabor y para acompañar el tránsito del bolo alimenticio, nada mejor que un Martín Códax, fino albariño que permaneció fresquito a nuestro lado, hasta que vertió su último suspiro.

Dos paellas, una de marisco y otra de bogavante fueron más que suficientes para darnos cuenta de haber elegido un lugar en el que el arroz se sirve en su punto, conteniendo el rico sabor que aportan sus ingredientes.

Un postre de leche frita y helado, unos cafés excelentes y la delicada atención de unos chupitos al gusto, pusieron colofón a una comida degustada con la continua brisa del Atlántico abanicándonos suavemente.

El precio resultó apropiado a la calidad de lo consumido y al maravilloso emplazamiento. Ya saben ustedes, que cuando uno queda satisfecho, se recuerda la felicidad de aquel momento y se olvida del dinero, ya que este, por unas causas u otras,   acaba siempre en manos de Hacienda.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


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jueves, 27 de enero de 2022

 

PASAJES DE "CÉCILE. AMORÍOS Y MELANCOLÍAS DE UN JOVEN POETA"(85)

CAPÍTULO XII

La Tolerancia

 

 

 

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Al escuchar la falacia con la que quería ocultar la verdad de nuestro destino vacacional, me rebelé, y no era la primera vez, contra las pretensiones paternas.

―Si tengo que mentir acerca del veraneo, prefiero quedarme en casa de tía Gertru. Aborrezco las mentiras. ¡Son odiosas!

―¡Mira, Consuelo, con que nos sale éste! ―profirió mi padre, preso de un ataque de ira―. Si hubieras aborrecido la mentira, no nos habrías estado ocultando tu mal comportamiento en el Colegio, ni tus bajas calificaciones, y por supuesto no nos habrías silenciado que tu profesor particular era un redomado republicano al que pagabas con el dinero que tu padre ganaba honradamente en la notaría. ¡Cría cuervos... ―sentenció, dejando caer el puño cerrado sobre la mesa, con tal fuerza que el aparador situado tras él vibró por resonancia.

Con el estrépito, los abuelos parecieron volver a la vida, saltando asustados dentro del marco en que se encontraban, en tanto que los dos platos de porcelana talaverana que les flanqueaban, se estremecían, y mi madre, en un acto reflejo, abría los brazos emulando a la Virgen de la Piedad, temiendo que el espejo que coronaba el aparador se viniera abajo. Las escarpias debieron de sujetarlo fuertemente al muro, porque el espejo siguió reflejando, sin quebrarse, las tensas imágenes de lo que acontecía en nuestro comedor.

―Por favor, Álvaro, cálmate ―suplicó, mi madre―. Recuerda lo que te ha dicho el médico acerca de la tensión. Si Alvarito quiere pasar el verano junto a su tía, déjale. Tal vez así, vaya preparando asignaturas del año próximo.

―¡Ni te lo pienses! A ti puede que te engañe, pero a mí no. Éste ―afirmó, señalándome― es un árbol que se nos ha torcido, y cada vez va teniendo peor arreglo. Se pasará el tiempo pensando en las batuecas y rimando palabritas que con el tiempo le servirán, como mucho, para recitarlas por las esquinas de la ciudad y así ganarse la vida. Y si no, pregúntale, Consuelo, ¡pregúntale qué carrera piensa estudiar!

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domingo, 23 de enero de 2022

 

SEGUNDAS OPORTUNIDADES

 

 

 

En el vestíbulo, ante una gran espejo, se miró y, como si hablara con su imagen, pronunció: "Estás muy guapa". Volvió a atusarse el cabello por enésima vez, esparciendo la fragancia con la que, generosamente, se había perfumado minutos antes. Otra vez, volvió a mirarse, esta vez de puntillas, complaciéndose al comprobar que había adelgazado y que sus curvas se ajustaban a los cánones de belleza actuales. Pensó que Álex caería rendido a sus pies en cuanto la viera. Comprobó que el abrigo camel conjuntaba con el color de la entreabierta blusa y al darse cuenta de que se evidenciaba el nacimiento de los pechos, corrió precipitadamente a su cuarto en busca de un pañuelo a juego en tonos verdes que, anudado al cuello, ocultara  momentáneamente, sus encantos. Otra cosa sería cuando en el restaurante, despojada del abrigo y con el pretexto del calor ambiental, anudara el pañuelo al bolso. Lo haría como algo natural, sabiendo  de antemano que la mirada de Álex se deslizaría desde su cara hasta el colgante situado a un palmo de la garganta. Antes de salir, le pareció imprescindible retocarse los labios, haciendo después con la boca, muecas de imaginarios besos.

Ya en la calle, pensó lo que Álex suponía para ella. Hacía cuatro años que de manera casual se conocieron en una reunión de trabajo y desde entonces, se gustaron y se amaron iniciando una relación que parecía ser eterna. Tal vez los roces derivados de la convivencia, los celos infundados o las vanas discusiones socavaron aquel mundo imaginado, idílicamente indestructible, que se fue deteriorando hasta que la separación se hizo inevitable.

Sin embargo, después de la ruptura, no conseguía olvidar la mirada penetrante de su novio, su torpeza cuando por primera vez la tomó de la mano y mucho menos el temblor de los labios, cuando en la oscuridad de la sala de proyección, se besaron por vez primera. Los momentos felices superaban con creces los de desavenencias y pensó que habían tomado una decisión precipitada y errónea.

Lo amaba, pero el orgullo le impedía llamarle por teléfono. Conocía a Álex y suponía que a él le debía estar sucediendo algo similar. Una mañana de enero, recordó los regalos que se intercambiaban en años anteriores y sin pensárselo dos veces le llamó.

—Álex, soy Mamen, ¿qué tal estás?

—Sobrevivo, pero te echo mucho de menos.

—A mí me ocurre exactamente lo mismo. No hay día en que no piense en ti.

—Te agradezco que hayas dado el primer paso. Yo no encontraba fuerzas para hacerlo.

—Somos un par de estúpidos, ¿no crees?

—Lo somos, por eso deberíamos darnos una segunda oportunidad. ¿Qué te parece si vamos a comer a nuestro restaurante favorito?

—Me parece una idea maravillosa. Me arreglo y nos vemos en el lugar de siempre.

—De acuerdo, cariño. A las dos te esperaré impaciente.

—Allí estaré. Besos.

Hacía mucho frío pero la ilusión transmitía a Mamen una plácida sensación, cuando caminaba con paso firme hacia la felicidad.

 

 

jueves, 20 de enero de 2022

 

PASAJES DE "LAS LAMENTACIONES DE MI PRIMO JEREMÍAS" (85)

 

 

 

 

CAPÍTULO VI

El cursillo de verano

 

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―Eso ya lo aclararé cuando hablemos otro día de los santos españoles, pero lo que parece evidente es que el dedo invisible de Dios guía la vida de nuestro Caudillo ―concluyó, entornando los ojos.

 Esta respuesta decía mucho de la habilidad dialéctica del profesor que, sin darnos cuenta, como un hábil prestidigitador, se había sacado de la manga un santo brazo y un dedo divino.

 A continuación, don Lucio, visiblemente emocionado, nos propuso, como tenía por costumbre al terminar la introducción, un ejercicio práctico de sus enseñanzas, por lo que, elevando el tono de voz, nos dijo:

―Ahora lo que vamos a hacer es conocer de una manera visual la geografía de nuestra patria, y cómo en ella se desarrollaron los acontecimientos más relevantes de nuestra reciente historia; para ello recoged de la huerta piedras del tamaño de un puño y haced un montón con ellas. ¡Vamos! ¡Vamos! ¡Todos a trabajar! ―ordenó don Lucio, poniéndose en pie.

Mientras don Lucio se abanicaba con el sombrero, sin salirse de la sombra de la higuera, los demás nos afanamos durante un buen rato recogiendo piedras de diverso tamaño, contando los más afortunados con la ayuda de rastrillos. Cuando don Lucio calculó que ya habíamos doblado suficientemente el espinazo, se despojó de la chaqueta y comenzó a colocar las piedras de manera que, en poco tiempo, quedó dibujado el contorno de la Península. Otros cantos a la derecha indicaban las islas Baleares, dos más al sur, eran Ceuta y Melilla, y abajo a la izquierda unos cuantos pedruscos eran indicativos de las islas Canarias.

―Desde aquí ―dijo don Lucio, queriendo señalar Melilla― se declaró el estado de guerra contra las hordas republicanas. ―A continuación, girándose con una velocidad endiablada, señaló las islas Canarias, y continuó diciendo―: Franco, que entonces era gobernador militar de las islas, tomó las riendas de la gloriosa Cruzada y justamente en Salamanca, a escasos treinta kilómetros de donde nos encontramos ―enfatizó, situando un pedrusco en el noroeste del perímetro que indicaba la Península― fijó su cuartel general, que llevaría pocos meses después a Burgos ―dijo, colocando otro canto al norte del recinto perimetral.

Como si el acarreo y distribución de piedras le hubiera ocasionado un gran cansancio, don Lucio se dejó caer exhausto sobre el sillón, al tiempo que terminaba su exposición añadiendo:

―¿Sois conscientes ahora del orgullo que debemos sentir, como españoles primero y como castellanos después, que páginas tan brillantes de nuestro acaecer hayan tenido lugar muy cerca de donde nos encontramos? ¿Sabremos corresponder algún día con nuestro esfuerzo personal, y si fuera necesario con nuestra propia vida, al derroche de generosidad que para nosotros tuvo y sigue teniendo nuestro Caudillo?

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domingo, 16 de enero de 2022

 

NIEBLA


 

 

 

No existe el horizonte;

la línea que divide cielo y tierra

se ha borrado. Apenas alcanzo a ver

el contorno de tu cuerpo,

enlazado al mío,

como siempre.

Me cerca la soledad y me lleno

de todos los temores de la infancia.

Llevo mis manos a la cara

para poder palpar carne mortal

tiritando de frío, o de temor

a perderte entre la gente.

Soy un ciego provisional de tu belleza,

a pesar de que siempre creí

que, en una nube, serías más hermosa.

Me desgarra la soledad de este invierno frío y duro

del amenazante dolor que asoma el rostro

entre la niebla,

junto al de otros rostros y otras voces,

hoy, inexistentes.

La realidad se impone y los sueños

se desvanecen antes de que el tímido sol

despeje las incógnitas de mi existencia.

 

¡Cuántas veces lo imaginado es pura fantasía!

Parpadea cerca de mí

la luz intermitente del semáforo

cediéndome el paso, pero el miedo

sigue atenazándome y ni siquiera

me atrevo a cruzar la calle.

Siempre me he sentido cómodo en mi mundo,

y, por eso, conocer otros mundos, otras realidades,

me parecen tentaciones encaminadas a llevarme

a la otra orilla del deseo

que se me incita sugerente, ofreciéndome

lo que me falta, lo que ansío,

aunque lo tenga casi todo,

porque tú caminas a mi lado,

como siempre

aunque la pertinaz niebla se empeñe

en ocultarme tu rostro.

 

 

Fotografía de Teresa Soto

jueves, 6 de enero de 2022

 

LA REFORMA

Crónicas de mi Periódico                    6 de enero de 2022

 

IGUAL CON TODO

 

 

 

En los grandes colectivos y ante las más diversas cuestiones, siempre hay quien ve el vaso medio lleno, y otros, por contra, les parece medio vacío. Todo depende del momento vital en que se encuentren y de la posición económico- social de la que disfruten. En esta España de principios del 2022, los optimistas solo pueden basar su contento en que el volcán de La Palma haya cesado en sus erupciones de lava. La mayoría de los que nos sentimos españoles (ya saben, los que estamos convencidos de que los separatistas son unos cretinos), tenemos sobrados motivos para ver, no ya el vaso medio vacío, sino sin tener apenas líquido con que poder calmar nuestro cabreo.

Y no es para menos. El IPC de este año ha alcanzado una cifra inusual el ¡5,6%! , lo que teniendo en cuenta que el aumento de las pensiones será del 2,5% y el de los funcionarios el 2%, hará que nuestro poder adquisitivo sufra una merma considerable. El conocido: "apaga la luz y vámonos" era un dicho que se ha convertido en un hecho, pues ya muchas personas se acuestan como las gallinas por temor a no poder pagar el recibo de la luz.

La deficiente gestión de la pandemia ha hecho que, en el momento actual, haya tal cantidad de bajas laborales que corren peligro servicios básicos tan esenciales como la sanidad, la educación, los transportes, e incluso tenemos escasez de bomberos; eso sin tener en cuenta el mazazo continuo que recibe la hostelería. No todo se arregla con vacunas, señor Sánchez. A pesar del elevado número de asesores con los que cuenta, las previsiones y el cálculo de necesidades no se han hecho ni a tiempo, ni de forma correcta. Los resultados hablan por sí solos. Claro, que el ínclito Presidente del Gobierno se pavonea de los logros obtenidos en cuanto tiene ocasión. El Falcon contamina el ambiente y su palabrería contamina los oídos de los más desfavorecidos que solo escuchan palabras vacías de contenido y constatan carencia de recursos con los que atender sus necesidades. Y si no, que se lo pregunten a los habitantes de La Palma.

Para la izquierda todo va bien, siempre que lo realice "El Padrino" o alguno de los suyos. Se condecora a diestro y siniestro y se reclama para una escritora recientemente fallecida, que sea declarada Hija Predilecta de Madrid. Para gustos los colores, pero lo que he podido leer de esta señora rezumaba odio y confrontación. Este espíritu vengativo se ha puesto de manifiesto cuando unos indeseables han destrozado el monumento a los Caídos situado en el Puerto del Pico (Ávila). Todo por pertenecer a la época franquista. Los amantes de la Memoria Histórica se han olvidado de decirnos, que en sus proximidades, las hordas rojas martirizaron al párroco de Mombeltrán, el hoy beato, P. Damián Gómez y que también otros 28 sacerdotes abulenses corrieron la misma suerte.

Estamos siendo víctimas de un continuo engaño, por mucho que los medios de comunicación afectos a esta dictadura encubierta nos quieran hacer ver lo contrario. Como las personas no somos tontas, tal vez en las próximas elecciones autonómicas que tendrán lugar en febrero en Castilla y León, los resultados expresen el hartazgo que sentimos por tanta manipulación. No faltará quien diga entonces, que somos fascistas.

Y así, igual con todo.

 

domingo, 2 de enero de 2022

 

HAIKUS DEL COMIENZO INVERNAL

 

 

 

Baja la niebla

ocupando recodos

del corazón.

 

Un nuevo año

para encontrar caminos

de salvación.

 

Hago promesa

de dejar de soñarte,

en la alborada.

 

Cubil de lobo:

Refugio de asesinos

de mis ovejas.

 

Viene la tarde

con la esperanza puesta

en alargarse.

 


Fotografía de Santos Pintor Galán.