jueves, 28 de abril de 2022

 

LAS CASUALIDADES EXISTEN

 




Era un día de abril en el que la temperatura animaba a disfrutar de la vida. En el pequeño jardín que decoraba el centro de la Plaza, las hiedras se aferraban con fuerza a los arcos metálicos, deseosas de cubrir con su sombra los bancos en los que los jubilados veían pasar, a un tiempo, los coches y la vida. Yo también me aferraba a la esperanza de que Marisa reconsiderase su actitud y de nuevo me llamara "su chico", antes de que me jubilara de por vida, del placer de estrechar su talle y de sentir el tibio calor de aquellos labios carnosos que me enloquecían con tan solo rozarlos.

Las equivocaciones se pagan y yo había pagado un alto precio por quedar con Nora,  una muchacha espigada de formas curvilíneas, recién llegada a la Facultad desde la verde Irlanda. Minutos antes le había dicho a Marisa, que me resultaría imposible salir ese día con ella, ante el duro examen que me esperaba, nada menos que de Patológía Médica III. El destino hizo que ni siquiera me diera tiempo a probar de la fruta prohibida, porque de sobra es sabido, que en una ciudad pequeña no existe el novio invisible y sí, una legión de íntimas amigas de la novia que creen un deber advertirle de las infidelidades de su pareja.

Aquella fatídica tarde, me encontraba en el primer capítulo de esta nueva aventura; ese mágico momento en el que tímidamente sostienes en tu mano la de tu acompañante, cuando la chismosa Florita, sorprendida al vernos, hizo ademán de taparse la boca con la suya, mientras el semáforo imitando al color de mi rostro se ponía rojo. Los veintidós segundos en los que permanecimos enfrentados a ambos lados de la calle se me hicieron eternos. No hizo falta que vehículo alguno me atropellara, para sospechar que una desgracia similar me ocurriría al poco tiempo. En efecto, aquella misma noche, el móvil no dejó de reprochar mi actitud sin que valieran excusas tan peregrinas como que estaba acompañando a Nora para que no se perdiera por las calles de los bares de copas, ni tampoco dio resultado mi respuesta a la segunda andanada de imprecaciones, en las que puse de manifiesto la cantidad de oportunidades que tendría si conseguía hablar correctamente el idioma de Shakespeare. Un rotundo: HEMOS TERMINADO, puso colofón a seis meses de intensa pasión y de clases prácticas de Anatomía.

Con este panorama, no me quedaba más remedio que lamentarme  del error cometido. Sin apenas ganas de comer, me fui al súper de la esquina a comprar  algunas latillas y dos yogures de chocolate, el sabor preferido de Marisa, ¡qué recuerdos! Caminando como un zombi por los pasillos del establecimiento debí de pronunciar en voz alta su nombre, porque una jovencísima rubia se volvió hacia mí diciéndome: ¿Me conoces? Viendo en la casualidad una ayuda celestial respondí que me parecía que nos habían presentado en alguna ocasión y la chica, lejos de adivinar que me lo acababa de inventar, se enrolló conmigo de tal manera, que salí de la tienda con dos bolsas con comida para varios días y el teléfono y la dirección de la que por el momento es mi nueva y flamante compañera.

Dice el refrán que : "La mancha de una mora con otra verde se quita" y la verdad es que vivo feliz con una nueva Marisa. Para que luego digan que las casualidades no existen. Además, como el nombre coincide, le voy regalando poco a poco todos los obsequios que la anterior me devolvió, de muy malas maneras, en una bolsa de basura.

A la actual le he dicho, que para cuando acabe el curso, me voy a tatuar un corazón que llevará grabada la inscripción: "Marisa, te amo". En realidad, el tatuaje ya lo tengo impreso en la piel, pero ella no lo verá hasta que el buen tiempo me permita usar camisas de manga corta. Espero que no seáis como Florita y que la niña de mis ojos no se entere antes de tiempo, de lo que os acabo de contar.

Mis padres están tan contentos creyendo que ¡por fin! he asentado la cabeza, pues como el nombre es el mismo, no se han enterado del cambiazo y se hacen cruces pensando que me dure tanto tiempo la misma novia. De momento, procuro ser un buen chico, aunque sigo interesado  en continuar con el aprendizaje del inglés... Ya os iré contando.

 

domingo, 24 de abril de 2022

PASAJES DE "CÉCILE. AMORÍOS Y MELACOLIÁS DE UN JOVEN POETA". (87)

CAPÍTULO XII

La Tolerancia

 

 

 

..................................

Valiéndome de la llave que se ocultaba bajo el felpudo, franqueé sin dificultad la entrada de la casa de don Julián. Encontré a mi profesor leyendo la correspondencia de sus amigos canarios, que al parecer, estaban organizando un homenaje en su honor.

―Los buenos amigos son los más preciados tesoros que los humanos tenemos en esta vida ―me dijo, apenas tuvo conciencia de que me encontraba junto a él.

 Para entonces, el incienso del puro ambientaba la habitación. Su aroma se mezclaba con el del café recién hecho, que fluía de la cocina.

―Acompáñame y toma una taza de café conmigo. Pese a ser casi las siete, todavía no he merendado. Se ve que a pesar de la edad, conservo alguna de las costumbres de mi vida bohemia. Hace años, leía y leía sin parar hasta bien entrada la madrugada, y cuando me acostaba, desvelado por la frialdad de las sábanas, imaginaba los versos que plasmaría tan pronto me hubiera levantado. Después escribía mientras me quedara un ápice de inspiración, sin acordarme de probar bocado. ¡Qué desbarajuste en las comidas! Y, sin embargo, ¡qué vida tan feliz y tan plena! Pero, dime, ¿qué te trae por aquí?

Le mostré la noticia que había recortado del periódico, anunciándole que quería presentarme al concurso y que, por ser la primera vez que acudía a una convocatoria de tan alto rango, necesitaba sus consejos para afrontar con ciertas garantías el evento.

―Me parece muy bien que hayas decidido presentarte a una convocatoria poética. Eso estimulará tu poder creativo ―comenzó diciendo―. El primer consejo que quiero darte no tiene que ver con la estructura poética, sino con tu actitud. Debes presentarte con humildad, aceptando, si resultaras no ser el ganador, que el fallo ha sido justo, que es tanto como admitir que tu composición no era la mejor. No sé por qué motivo, la soberbia es un pecado inherente a casi todos los poetas. ―Sorbió un buche de café al notar en la garganta los primeros picores que el tabaco le producía, y continuó diciéndome―: En cuanto a la poesía en sí, te sugiero que no hagas prosa poética sino versos con rima consonante. Es una recomendación que te insinúo, porque supongo que el Jurado estará formado por personalidades de gran conservadurismo académico, apegadas a las más estrictas reglas de la sintaxis, la métrica y, por supuesto, de la rima consonante. Escribe en versos alejandrinos que, como sabes, se componen de catorce sílabas, divididos en dos hemistiquios de siete, porque son versos largos y rotundos, especialmente indicados para la épica o para la descripción, como es nuestro caso, que te permiten elegir qué sílabas acentúas, y también si esta acentuación es la misma o diferente en ambos hemistiquios. Yo, personalmente, me inclinaría por el alejandrino clásico. En lo referente al tema, ensalza la ciudad desde tu sentimiento. No menciones lo irrelevante y evita la hipérbole cuando cantes su belleza, para que su lectura no resulte empalagosa. Haz referencia a su pasado histórico sin olvidarte de su pujanza actual y todo ello, refiérelo de forma cronológica. No te quedes corto, pero tampoco seas prolijo en su descripción, teniendo en cuenta que “si lo bueno breve, dos veces bueno”. Y por último, ponte manos a la obra para que la prisa después no te agobie. Compón únicamente cuando te encuentres inspirado y repasa: repasa continuamente, pensando que siempre es posible hacerlo mejor. No te vaya a ocurrir que, una vez enviado el escrito, te arrepientas de que debiste sustituir una palabra por otra o, tal vez, modificar la rima, ¡y entonces no haya remedio! Por eso te digo que no te precipites. Estos son mis consejos y toda mi ayuda ―concluyó, interrumpido por un golpe de tos―. ¡Que tengas suerte! Y en cualquier caso ―chanceó― en el mercado del Val o en el de Portugalete venden laurel para paliar tu sed de gloria.

                                                             ................................................

 

 





jueves, 21 de abril de 2022

 

PASAJES DE "LAS LAMENTACIONES DE MI PRIMO JEREMÍAS" (87)

 

 

 

 

CAPÍTULO VI

El cursillo de verano

...........................................

Y como si don Matías no sintiera la necesidad de alargarse en más explicaciones, colocando suavemente su mano en la espalda de mi primo, nos acompañó hasta la trasera de la huerta, despidiéndonos con un recurrente:

―Hasta mañana, si Dios quiere.

Al volver la cabeza para responderle, vimos a Jesusa, el ama de don Matías, sirviendo un vaso de limonada a don Lucio, que descansaba bajo la higuera, masajeando el caballete de la nariz, intentando recuperar así el riego sanguíneo de esa zona.

Camino de casa, tuvimos que andar soportando el peso de varias piedras en los bolsillos, además de las que contenían nuestros sombreros de paja, utilizados como improvisados canastos. Aprovechando que Tinín se nos adelantó al divisar la casa del abuelo, Jeremías, que rumiaba la contestación de don Matías, no pudo por menos de desahogarse:

―¿Te has dado cuenta qué cara más dura tienen estos tíos? El discurso de don Lucio me lo sé de memoria, y siempre se las apaña para terminar haciendo dibujitos con las piedras, que luego nos obliga a cargar con ellas. Con obreros gratis, se hacen muy bien las faenas del campo; ya verás cuando acabe el verano, cómo a nuestra costa, la huerta estará más lisa que una patena, y en cuanto a don Matías, todavía está porque me invite algún año a comer higos. Cuando en octubre le pido alguno, siempre encuentra una disculpa: que si se los comen los pájaros… que si se estropearon el día de la tormenta… que si los toma Jesusa para ir al servicio… sabiendo como sabe que no tengo higueras y que mis padres no tienen dinero para comprar esa fruta. Ojalá un día, los higos le den una cagalera y se dé cuenta de que tiene que compartir ―hizo una pausa para encontrar el fundamento de su lamento, recordando otra vez el trabajo realizado en la huerta―. ¡Mira que hacernos recoger cantos a pleno sol toda la mañana! Te lo dije el otro día: el buen profesor enseña sin esperar nada a cambio, como hago yo contigo. Me fastidian los aprovechados y me molestan más si encima se trata de gente con estudios o con hábitos. Varias veces me ha dicho el tío Caparras que cuando sea mayor, aunque tenga muchos defectos, jamás me aproveche de los que son menos que yo, porque lo último de este mundo es ser un explotador.

Como lo de «explotador» ya lo había dicho otra vez refiriéndose a mi bisabuelo Damián, no pude por menos de defenderme contraatacando.

 ―El día de mañana nadie sabe si seremos o no explotadores, y menos tú, que sueñas con ser un jefazo y mandar a mucha gente ―dije, y luego, acordándome de un refrán oído en casa, sentencié―: «No digas nunca: de esta agua no beberé».

―Pues ese refrán, por lo menos con mi padre, no se cumple, porque jamás bebe agua ―dijo Jeremías, mosqueado―. De todas formas, ya parece, por la forma en la que me contestas, que estando a mi lado te vas despabilando.

                                                                                ...............................................

domingo, 17 de abril de 2022

 

ESTE ES EL DÍA

 

 

 

 

Me siento feliz

porque el Señor resucitó,

sí, resucitó

como estaba escrito.

 

Nunca pude comprender tan gran suplicio,

solo en la cruz, abandonado,

roto de dolor,

manando sangre del costado,

curando cada gota nuestro mal.

 

Nunca pude comprender que en la agonía

a los verdugos perdonara

y, entes de expirar,

al Padre entregara el alma

después de haber cumplido una misión tan ardua.

 

Hoy al amanecer todo ha cambiado,

la roca removida dejó ver

tan solo unas vendas y el prodigio

del cuerpo que había alcanzado su destino.

 

Perdona si a veces no comprendo lo que dices.

No es nada fácil suponer que un cuerpo resucite

y que los demás podamos tener la misma suerte.

¡Oh, Señor! ¡Qué suerte!

 

Me siento feliz

porque el Señor resucitó,

sí, resucitó.

 

Me da alegría saber que,

gozando en el Edén,

le veré un día.

 

 

jueves, 14 de abril de 2022

 Siete Palabras en la cruz

 

 

 


 

En la cruz por Amor, estás clavado,

padeciendo el rigor de la agonía.

Gota a gota la muerte se creía,

que podía vencer al Hijo Amado.

 

Por más tiempo no estés, Jesús,  callado,

auméntanos la fe de cada día,

seguir el fiel camino ¿quién podría?

si delante no vas resucitado.

 

Háblanos del perdón, del paraíso,

contágianos la sed enamorada

de amar hasta el extremo, si es preciso.

 

Siete Palabras sean la alborada

del mundo descubriendo al Dios sumiso,

hasta ver en los otros Tu mirada.

 


Santísimo Cristo de la Luz. Gregorio Fernández (1576-1636)

 

 

domingo, 10 de abril de 2022

 
EL YANTAR DE MÍO CID

Revista gastronómica

GUÍA MICHARLYN

 

RESTAURANTE  A TABERNA     Rúa Julio Prieto Nespereira, 32  OURENSE.

 

 

Corría el mes de octubre del pasado año, cuando visitando Ourense, fuimos a comer a este restaurante previamente recomendado por unos familiares. De no ser así, no hubiéramos conocido uno de los mejores templos de la gastronomía con que cuenta esta bella ciudad gallega, que ya es decir. Situado en un extremo del casco histórico, cerca del Jardín de Posío, su austera entrada no llama la atención del turista inadvertido. Las sorpresas comienzan apenas atraviesas el umbral y observas, estupendamente decorada al estilo rústico, el interior de una casona gallega.

Las buenas sensaciones continúan al ser atendido por unos profesionales que, por su excelente educación y trato, te hacen sentir acogido como en tu propia casa. De su no muy extensa, pero elabora carta, elegimos, caldo gallego y judías con chorizo de primeros, para proseguir con lubina al horno y rape con guarnición, de segundos. Como teníamos que conducir, únicamente tomamos una copa de un Ribeiro que nos aconsejó el sumiller y que resultó excelente al paladar. La comida se remató con postres recomendados por el atento jede de sala. Las fotografías muestran bien a las claras que la presentación fue maravillosa y créanme, de sabor un diez.

Como el precio estuvo acorde con lo visto y consumido y como además tuvieron la gentileza de obsequiarnos con un pequeño recuerdo, salimos encantados del establecimiento. Lo recomendamos, y ojalá podamos repetir la experiencia en otra ocasión.

 

 

 

 

 

 


 

 


 

.

jueves, 7 de abril de 2022

 

LA REFORMA

Crónicas de mi Periódico                    7 de abril de 2022

 

UCRANIA, SUMA Y SIGUE

 

 

 

Ha pasado más de un mes desde el inicio de la invasión de Ucrania y, desde entonces seguimos impactados por las imágenes que nos llegan a diario y que nos convulsionan por su extrema violencia. Por si fuera poco el espectáculo de ver edificios desmoronados, personas hacinadas en sótanos al resguardo de las bombas y de varios millones de ellas intentando salvar sus vidas fuera de su nación, recientemente, hemos podido comprobar, tras el abandono de la ciudad de Bucha por parte del ejército ruso, la cara más cruel y despiadada de la guerra. Escenas dantescas, que prefiero no relatar, dan cuenta de la terrible crueldad de la que es capaz el ser humano (homo homini lupus).

Situaciones semejantes, se viven ahora y se han vivido antes, en países física o políticamente alejados del nuestro, sin que nos hayamos percatado o hayan merecido nuestra atención más allá de los pocos segundos que la noticia duraba en los televisores. Ahora, cuando el horror muerde la integridad europea y, sobre todo, cuando existe una amenaza real para nuestra economía y latente para nuestras vidas, es cuando nos sentimos solidarios y admitimos a millones de refugiados que rechazamos cuando la avalancha humana procede del sur.

Es curiosa nuestra manera de comportarnos. Establecemos diferencias por razas y culturas practicando una activa xenofobia, que por otra parte, consideramos altamente rechazable en el discurso políticamente correcto de lo que se proclama en cualquier foro de personas civilizadas.

Cada vez se hace más palpable el doble lenguaje de quienes nos dirigen. Por una parte condenan la agresión rusa y, por otra, siguen alimentando con la compra de gas y petróleo la maquinaria que destruye vidas, hogares e ilusiones. Se anuncian sanciones que intentan ahogar la economía del agresor, pero siempre que no lastimen demasiado la economía de la UE. Se nos informa con todo lujo de detalles del heroísmo ucraniano, pero se censura cualquier opinión o difusión de imágenes que ponga en valor los argumentos de la parte contraria y eso, machacando principios fundamentales de cualquier democracia como son el derecho a la información y a la libertad de expresión.

En estas condiciones, uno lamenta toda desgracia humana, el dolor ocasionado a víctimas inocentes, el genocidio de la población civil, la inconcebible barbarie en un mundo civilizado, etc. etc., pero muchas interrogantes se quedan sin respuesta porque vivimos permanente manipulados por informaciones sutilmente interesadas.

Que la paz y la cordura vuelvan pronto, no solo a Ucrania, sino también a un mundo viciado por los intereses de quienes pretenden dirigir nuestras conciencias.

domingo, 3 de abril de 2022

 

HAIKUS DE LA ÉPOCA LLUVIOSA

 

 

 

Canta jilguero

regando con sonidos

la verde tierra

 

Las margaritas

nacen en los escombros

año tras año.

 

Montañas, valles,

praderas y senderos

alaban a Dios.

 

Cuando te miro

nace la primavera.

¡Qué gran prodigio!

 

Corren deprisa

las aguas cristalinas

de los deshielos.

 

Fotografía de Luis Ayuso