LA REFORMA
Crónicas de mi Periódico 26 de abril de 2018
DÍA DE LA COMUNIDAD Y DÍA DEL LIBRO
Después de que España
se fracturara en Autonomías, y estas pudieran acceder al autogobierno según
quedó escrito y aprobado en el Título VIII de la Carta Magna, los pequeños
Reinos de Taifas comenzaron a tener ciertas potestades como fueron el diseño de
su propia bandera y ¡cómo no! la
elección de una fecha festiva que conmemorara un hito histórico relevante que
hubiera tenido lugar dentro de los límites de los nuevos territorios. A mi
modesto entender, no anduvieron muy afortunados quienes en abril de 1986
eligieron para Castilla y León la fecha de una derrota ocurrida un funesto 23
del mismo mes de 1521, en donde tropas insurgentes se levantaron en armas
contra el poder legal de aquel momento. Como sabemos, los cabecillas de aquella
revuelta comunera: Bravo, Padilla y Maldonado, fueron derrotados y ajusticiados
para ser elevados, posteriormente, a la categoría de héroes por la sabiduría del
pueblo que, siglos más tarde, tacharía de golpistas a los que sublevaron contra
el Orden legalmente establecido. No entro en consideraciones políticas, porque
huyo de toda discusión y, siendo liberal de condición, admito todas las
opiniones siempre que estén medianamente razonadas, pero es curioso constatar
como la vara de medir acontecimientos históricos, no es una unidad de medida
"patrón" y cada uno la aplica según sus propios intereses.
Lo cierto fue que desde
esa desacertada elección, los castellanoleoneses que se tienen por tales, han
de repartir su presencia y su preferencia entre acudir, bandera en mano, a la
Campa de Villalar de los Comuneros, para hacer "patria" intentando
resurgir desde el recuerdo de la amarga derrota, o encaminarse a los puntos de
venta que se alzan en lugares céntricos de sus ciudades y celebrar la victoria
de la cultura y del pensamiento con la adquisición de algún libro que aumente
su caudal cultural. Personalmente, considero más interesante esta segunda
opción que rememora a tras genios de la Literatura Universal como fueron
Garcilaso, Cervantes y Shekeaspeare.
Así lo he hecho,
también este año, acudiendo a esta cita con el mundo lector. Debo confesar, que
me resulta muy atrayente observar el agitado revolotear del personal en torno a
los frágiles tenderetes que, muestran sin ningún pudor, los lomos de diversos
volúmenes o los desnudan quedando su interior expuestos a la observación de
quien quiera hojearlos, si bien es cierto que, como Adán y Eva, cubren,
pudorosamente con hojas, el encanto de su intimidad.
El olor del papel es un
aroma peculiar y seductor que me lleva a curiosear estas perlas que no se
encuentran en ninguna joyería y que, sin embargo, embellecen el espíritu de
quien, viviendo en este mundo, sueña con otras metas, con otros horizontes
alejados de la cotidiana materialidad.
Tanto para los que
están conforme con la gesta de Villalar, como para los que no, para los que
leen, como para los que pasan de la literatura, el día 23 es un día de Fiesta
que hay que disfrutar al máximo en esta recién estrenada primavera. En eso
coincidimos todos, y en que ha sido un lunes en el que no habido que trabajar,
también.
¿Veis cómo no es tan
difícil ponernos de acuerdo?
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