domingo, 1 de marzo de 2015


 DESTELLOS DE PASIÓN

De repente, un resplandor iluminó mi figura, elevando su temperatura, cuando percibí en la distancia sus deslumbrantes destellos mientras, lentamente, se me aproximaba. El fenómeno estremeció mi cuerpo, que quedó paralizado, mientras las sienes acusaban el golpeteo de una  taquicardia brutal. Traté de recuperarme pellizcándome, para asegurarme de que no se trataba de un fenómeno paranormal. Pero no: a medida que el manantial luminoso avanzaba, se iba dividiendo en dos luminarias de intensidad creciente de  color verde-azulado que, al pasar junto a mí, secaron mi garganta, convulsionándome por falta de oxígeno. Afortunadamente, la luz, delicadamente perfumada, se cruzó conmigo, alejándose, sin ocasionarme daño alguno, si bien dejó impresa en mi corazón una huella imborrable y el incipiente deseo de acompañarla en su camino.
Repuesto de la impresión, recobrado el pulso, me propuse averiguar  el nombre de aquella mujer de ojos deslumbrantes.

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