ADIÓS,
PARAÍSO
Con este texto, continúo la publicación de microrrelatos,
con los que iré salpicando las diferentes secciones del Blog.
Notó
cómo un golpe da calor le dividía en mil pedazos, impulsándole hasta el cielo.
El mayor de los fragmentos intentó con éxito reunir a la mayoría, momento en
que comprobó que el peso le abocaba al descenso. En su caída fue perdiendo
unidades y se estabilizó en medio de la atmósfera, sin saber qué camino tomar.
Otras moléculas se le adhirieron y sintió
vértigo al desplomarse de nuevo. Tuvo suerte al aterrizar sobre el mismo lago
de aguas cristalinas, tapizado de nenúfares. Pero el calor era agobiante y la
gota de agua se vio obligada a remontar
el vuelo elevándose, a su pesar, sobre el fondo celeste. En su ascensión,
observó el incomparable paisaje del lago, salpicado de ánades y de cisnes, y
mientras se desvanecía, se preguntó si la fortuna podría hacer que algún día
ella formara parte del Paraíso que ahora abandonaba.
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