jueves, 16 de abril de 2015

GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ  ( 6-III-1927, 17-IV-2014)

Mañana se cumple un año del fallecimiento de Gabriel García Márquez.A este escritor genial, creador de un estilo propio en la narrativa contemporánea, quiero rendirle con mis versos, un sencillo homenaje

GABO


Hay voces que descansan rotas
en vitrinas de abanicos,
sin manos que agiten el aire
difusor de la palabra aún no escrita.
Lucía el sol de abril, pero se disfrazó
de luna y de tiniebla.
Por el balcón se escuchaban
arrullos de palomas
entre el confuso gentío,
alicortado el afán, en la mañana.
Erase una vez un corazón
perdidamente enamorado
de la brisa que besaba guayaberas;
cantaban para él las sirenas varadas
en la tierra firme del deseo.
No había aún bebido
la copa envenenada que sirve,
sin prisas, el tiempo,
cuando ascendía por las ramas la imaginación
hecha savia en el tronco,
espuma rebosante en las flores
del huerto de Aracataca.
Prosa escrita,  largo verso,
años de soledad, quizás, un ciento,
ocuparon la eternidad,
en un momento.
Surgieron por doquier, las flores amarillas
de Gabriel García Márquez, muerto.
Se fue el bigote blanco del pensamiento
dejando en su huída
la flor y el viento.
Crueldad de la vida, dice un hambriento:
sin realismo mágico,
todo es desierto.
No habrá quien desplace tu cuerpo yerto,
sólo las cenizas,
que mueve el viento.
Tal vez un abanico en la vitrina, abierto,
se rompió desparramando
fragancias, que eran sueños.
En Macondo le lloran:
la flor quebrada, el huerto seco,
mientras una sonrisa se lleva
el cólera hecho amor
y el amor roto en cólera
por los recuerdos.
Estático en la vitrina,
hay una abanico abierto.
¡Quién pudiera romper el cristal!
 Aires de un ciclón gritad:
¡El Coronel, no ha muerto!

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