PASAJES DE "CÉCILE. AMORÍOS Y MELANCOLÍAS DE UN JOVEN
POETA"(82)
CAPÍTULO XI
La Tertulia
.................................
―La poesía no acabará nunca, mientras haya en el mundo almas sensibles
―argumentó―. Yo he tenido la suerte de conocer a un joven capaz de recoger el
testigo de nuestra generación. En Álvaro ―dijo, dirigiéndose a mí― tengo
puestas mis esperanzas.
Mientras la sangre acudía a mis mejillas, escuché los aplausos de los
tertulianos y la complaciente mirada de Cécile, sonriéndome, lo que hizo que,
venciendo la timidez, pudiera agradecer la muestra de afecto diciendo:
―Gracias. Muchas gracias. Sé que no merezco estos aplausos. Los acepto
como una muestra más del cariño que recibo en esta casa. Quiero corresponderles
con la lectura de mis últimos versos. Tengo la costumbre de llevar conmigo mi
último trabajo, que releo y corrijo varias veces antes de quedar
definitivamente plasmado en mi poemario. Quizás, también a éste sea preciso
retocarlo. Tienen toda la libertad para opinar sobre él ―rogué, sin atreverme a
mirarles.
Puesto en pie, embargado por la emoción de verme por primera vez ante
personajes tan entendidos, leí con más sentimiento que brillantez los versos
que pugnaban por escaparse de mis labios y brincaban entre mis temblorosas
manos:
TU PRESENCIA
Nada me
conforta más que tu presencia.
No importa
el lugar donde te halle.
Tanto me da
que el sol dore las copas de los árboles
o que el
aire gélido vaporice las palabras.
Iré a buscar
las flores que te agradan
para
amueblar con sus pétalos mi estancia
y rellenar los espacios del alma
cuando no te
sienta cerca.
Tu
perfección me enloquece hasta transformar
los tristes
recuerdos melancólicos
en
sentimientos de gozosa plenitud.
Me siento
fuerte al sentir
la
fragilidad de tu cuerpo abrazándome.
Si algún día
no pudiera besar tu boca,
besaría
aquellas palabras
con que me
anunciabas el amanecer,
alejando de
mi mente
toda sombra
de melancolía que me acecha.
Voy a
rellenar los espacios del alma
con pétalos
de las flores que te agradan,
para sentir
tu aroma, por si una catástrofe
derribara
los muros de este mundo
llevándote a
donde no pudiera verte.
No importará
que el Sol ya no me alumbre
ni que la
noche sea eterna.
¡Llevo
grabada en el alma tu presencia!
..................................
No hay comentarios:
Publicar un comentario