jueves, 17 de agosto de 2023

 

LA VIDA DE MAGÍN PUERRO

-IV-

 

Con tan clara invitación

me flaquearon las piernas

con sensaciones internas

de deseo contenido.

¿Podría ser mantenido

con dulces palabras tiernas?

 

Cavilando por la noche

encontré la solución:

yo pasaría a la acción

rechazando la propuesta.

Con ella no haría fiesta

ni desmadre ni función.

 

En mi casa me enseñaron

a ser un hombre cabal

en el aspecto sexual

si no había matrimonio,

pues hasta el mismo demonio

es en la cama cordial.

 

“No quiero líos—le dije—

con una mujer casada

aunque no esté enamorada                              

de su inocente marido,

por mucho que él, distraído,

no se coma una tostada.

 

Lo que quiero es que el jornal

sea el justo a mi trabajo

pues al parir el hatajo

hay de cabezas un mil,

he de agrandar el redil

y el cuerpo se viene abajo.”

 

 

 

 

 

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