domingo, 16 de febrero de 2025

 

LA VIDA DE MAGÍN PUERRO

-XX-

 

 

En los días posteriores

crecía la clientela

de manera que “la pela”

engrosaba con presteza

el bolsillo. La pobreza

tal como viene se vuela.

 

 

En todos sitios ocurre

cuando hay gente rijosa;

en nuestro caso la cosa

partió de la sacristana,

una cotilla, la Ana,

de fama muy envidiosa.

.

 

Después de comprobaciones

supo que la cantinera

que era mujer soltera

convivía con un hombre.

Una conducta sin nombre

para una mente zorrera.

 

 

Tan deprisa como pudo

propagó esta noticia

sabiendo que la malicia

como la pólvora arde.

Así fue, pues a la tarde,  

todo el pueblo lo sabía.

 

 

El sacerdote, don Cosme,

no era del todo sordo,

fino de cara, muy gordo,

al enterarse, la silla

se rompió yendo la astilla

al culo del cura tordo.

2 comentarios:

  1. Siempre hay alguien o algo que estropea la felicidad. Excelente

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    1. Cierto, Alie. Cuidémonos de la gente envidiosa. Te deseo un estupendo domingo. Gracias y abrazos.

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