domingo, 25 de septiembre de 2016

PASAJES DE "LAS LAMENTACIONES DE MI PRIMO JEREMÍAS"  (29)
CAPÍTULO I
El Viaje

............................................................

 Tras el refrigerio, mi padre se lió un cigarrillo de «caldo», su tabaco preferido, no sin antes subirse con ambas manos los pantalones, hasta situarlos a un palmo de los sobacos, dejando los botines y calcetines, momentáneamente a la vista. De esta guisa recorrió a grandes zancadas el andén al menos en tres ocasiones, respirando profunda y acompasadamente. Movía a un tiempo ambos brazos, estirando alternativamente el derecho y el izquierdo, mientras retorcía tronco y cabeza hacia el lado contrario del brazo extendido, resultando un tipo de gimnasia esperpéntica y autodidáctica de efectos desconocidos. A nosotros este comportamiento nos instruía porque siempre descubríamos algún movimiento nuevo, pero sobre todo nos garantizaba un día sin sobresaltos, porque evidenciaba que nuestro padre estaba contento.
Cuando acabaron los estiramientos se dirigió a nuestro grupito y nos dio las novedades:
―Dentro de media hora estará aquí «el extremeño» y en una horita más llegaremos al pueblo.

                                                      ..............................................


No hay comentarios:

Publicar un comentario