SUELO DE CRISTAL
Da
tregua al calor la lluvia fría,
vistiendo
de otoñal ocre
el
alma misma. El recuerdo
momentos repletos de poesía.
Al
girar la noria de la vida,
lleva
el cangilón
que
me soporta, al agua
del
que un día emergí
para
contemplar la creación toda.
Es
locura luchar contra el tiempo
que
te arrastra y, sin embargo,
preciso
hacer frente
al
destino inexorable
que
un día me acunó entre rosas.
Tropezar
sin perder el equilibrio
será
el secreto para avanzar
sobre
el suelo de cristal,
frío
y transparente
que
soporta mi existencia.
Entre
sombras y luces,
contemplo
el azul entre las nubes
y
vuelvo a sonreír, como aquel niño
que,
imitando a Neptuno,
cabalgaba
vencedor sobre las aguas.
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