domingo, 31 de marzo de 2019

LA REFORMA
Crónicas de mi Periódico              31 de de marzo de 2019
                                  PEDIR PERDÓN
Por ser tiempo de Cuaresma, he estado reflexionando un rato sobre aquellas personas a las que tendría que pedir perdón por haberme portado con ellas de forma inapropiada, teniendo al final que desistir de ello por varias razones. La primera y fundamental es que, al ser tantas, tendría el tiempo ocupado en este menester hasta enlazar con el siguiente ciclo cuaresmal; la segunda, es que al no ser, a mi entender, agravios de gran entidad, alguien que visita las iglesias con más frecuencia que yo, me ha dicho que con persignarme con agua bendita me basta y me sobra; y la tercera razón, escuchada a uno que nunca visita iglesias, es de que no sea gilipollas, que pequeñas puñeterías con nuestros semejantes, las cometemos todos y de que ir por ahí pidiendo perdón me convertiría en un "nenazas".

La duda que me corroe es cómo pedir perdón a los que ya pasaron a mejor vida, y en mayor grado de corrosión me encuentro si el mal fue hecho por alguno de mis ascendientes directos de los que aún conservo algo de su sangre. Si se tratara de un fraude contra la Administración, es bien sabido que Hacienda me reclamaría hasta el último céntimo de la deuda en caso de que fuera el heredero, así hubieran pasado mil años.

Para pedir perdón por las malas acciones cometidas por quienes eran mis ascendientes en este mundo, lo primordial es buscar información y saber, exactamente, quiénes fueron. Un tío mío (q.e.p.d) se aventuró a buscar los antepasados que llevaron su apellido que es el mío: Malillos, recorriéndose juzgados e iglesias de buena parte de las provincias de Zamora y León en donde, al parecer, se asentaron nuestros ancestros comunes. El estudio fue completísimo y se complicaba en múltiples ramas a medida que retrocedía en el tiempo. Su investigación se interrumpió, ¡oh desilusión!, cuando a principios del XIX, las huestes napoleónicas quemaron, además de más de un lugareño, los archivos de cuantas iglesias encontraban a su paso y con ellos las Actas bautismales. Sus buenas intenciones quedaron frustradas y aún estoy esperando que algún gobernante francés haya reparado el mal causado o, al menos, haya pedido perdón a la familia Malillos por este hecho. Si mi tío hubiera podido continuar su estudio, sabe Dios cuántos árabes, visigodos, romanos, iberos, celtas, etc. me hubiera visto en la necesidad de solicitar su perdón y cuántos tendrían con mi sangre y mi apellido deudas pendientes.

Hacernos responsables de lo que hicieron o dejaron de hacer (que también se peca por omisión) los que nos precedieron, es una auténtica estupidez. Entre otras cosas, porque al ser momentos históricos diferentes, lo que hoy sería delito o una violación de los Derechos Humanos, no tenía la misma consideración tiempo atrás. Piénsese que en los tiempos de la conquista de América, los indígenas, no tenían la consideración de personas, es decir, se pensaba que no poseían alma y gracias a Misioneros como fray Bartolomé de las Casas o fray Junípero Serra. se les reconoció por la Corona de España la condición de tales.

A mí me hubiera gustado que el muy ilustre Presidente de la República de México, Andrés Manuel López Obrador, junto a la solicitud de petición de perdón exigida al actual Rey de España y al actual Pontífice, por los males causados a sus antepasados, añadiera una lista de todas las gracias antaño recibidas.

Es cierto que la conquista, no se realizó repartiendo besos pero gracias a los conquistadores y a sus mandatarios, se establecieron Leyes, se crearon Universidades y se evitó el canibalismo y masacres entre los propios indígenas. Tres órdenes religiosas : dominicos, franciscanos y jesuitas (el Papa Francisco es jesuita) fueron los difusores de la fe cristiana y los mejores defensores de los siempre maltratados indígenas.

Bien haría el Señor Presidente en no andarse por las ramas y en ocuparse de los indígenas y del lamentable estado en que se encuentran en la actualidad y dejar de reclamar hechos ocurridos hace quinientos años. Como mucho, podría protestar que la civilización no le alcanzó a él, visto que todavía nadie le bajó del árbol.





2 comentarios:

  1. Muy buen explicado Carlos.
    Con toda la razón.
    Un antepasado Gabriel de Rojas. Conquistador del Perú...Orgullosa de mi apellido....

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  2. Me alegra mucho saber que un antepasado suyo estuvo involucrado en tan heroica gesta. Todos los españoles deberíamos tener eterno agradecimiento a estos héroes nacionales. Muchas gracias por su comentario.

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