jueves, 16 de febrero de 2023

 

DOS CISNES

 

 

A las primeras luces del alba siguieron otras diáfanas que iluminaron el estanque con una gama de colores indescriptibles. Una pareja de cisnes surcaban el lago en majestuosa armonía, dando la sensación del ser los reyes de aquel ámbito acuático en el que ocas, gansos y patos nadaban despreocupados disfrutando con su errático deambular.

Sentado en un banco próximo, Alfonso contemplaba sus evoluciones con mirada distraída tras haber pasado la noche en vela. La preocupación por los acontecimientos del día anterior le habían hecho perder el sueño y un embotamiento mental lo tenía paralizado, con el pensamiento machaconamente fijo pensando, una y otra vez, en Clara, su novia de toda la vida.

Repasaba a cada instante la absurda discusión que tuvo con ella por una cuestión banal, pero lo suficientemente reiterada como para que, al finalizar la tarde, se despidieran sin tener intención de volver a verse. Ese recuerdo le producía una sensación extraña y dolorosa que le impedía comunicarse con ella y buscar una solución. Durante su vigilia, ni por un momento se le ocurrió pensar en cómo se encontraba ella, solo sentía el duro aguijón de la soledad y la herida abierta en su pecho por un amor que parecía haber concluido.

Miró de nuevo a los cisnes y observó cómo uno seguía la estela del otro; de qué manera utilizaban un lenguaje gestual que les propiciaba surcar las aguas unidos por un hilo invisible que los mantenía unidos en unos intereses comunes e, inmediatamente, recapacitó en lo egoísta que había sido al pensar únicamente en él y no en su amada. Inmediatamente llamó por teléfono a Clara, que respondió afirmativamente con voz entrecortada a las disculpas y perdones que Alfonso le ofrecía.

—Estoy junto al estanque del Parque—, dijo él.

—En cinco minutos estaré allí—. aseguró ella.

Aquella mañana de San Valentín, los enamorados tuvieron tiempo de ver las evoluciones de los cisnes y de prodigarse cariños sin fin y soñar con los planes del futuro.

 

Fotografía de José Manuel Onrubia Baticón.

 

 

 

 

 

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