EL YANTAR DE MÍO CID

Revista gastronómica

GUÍA MICHARLYN

 

RESTAURANTE  CASA PACA   Plaza del Peso, nº 10     SALAMANCA

 

 

Ir a Salamanca es una delicia. El Centro histórico plagado de monumentos y casas doradas con piedra de Villamayor proporcionan un espectáculo que alegra la vista. El ambiente, estudiantil y turístico, da un colorido siempre vital y animoso a la ciudad, y si a eso añado mis recuerdos juveniles cuando estudiaba en su Universidad, comprenderéis que estando a una hora de camino del lugar en que resido, la visite con frecuencia.

En esta ocasión, fue por una circunstancia inesperada, pretexto más que suficiente para procurarte un regalo que, de vez en cuando, hace que sobrelleves con mejor ánimo el diario trajín.    

Tras recorrer céntricas calles y plazas, tuvimos ocasión de tentar la suerte en "La Mariseca" , emblemática Administración de Lotería situada en la plaza del Liceo. A un pasito de allí, tomamos asiento en una terraza de la Plaza Mayor situada frente al Ayuntamiento en donde contemplamos por más de una hora su inigualable arquitectura y el continuo paso de viandantes, mientras degustamos una ración de callos con la inestimable ayuda de unas cervezas que nos abrieron el apetito. Poco después, ya en la Plaza del Peso, nos encontramos con "Casa Paca", un veterano establecimiento salmantino que habíamos visitado en otras ocasiones, aunque únicamente para tapear.

Como el estómago no estaba totalmente vacío, elegimos una "Ensalada de Maruja" (el caviar de las ensaladas) para compartir y como segundo plato, "Cochinillo asado con patata panadera" y "Solomillo des res—más de 48 meses— a la parrilla", según rezaba la Carta, acompañado de un crianza de la Ribera, culminando la comida con un platito de helados variados y nata. En estas opciones estuvimos muy bien aconsejados por la bella Fátima y excelentemente servidos por su espigado compañero, del que desconozco el nombre.

Resulta evidente, que para que un restaurante de cierta categoría te satisfaga ha de cumplir, entre otros, con estos condicionamientos: a) calidad, cantidad y modo de preparación de las viandas. b) Servicio esmerado del personal. c) Ambiente acogedor. d) Relación precio-calidad adecuado. e) Aseos limpios y  con complementos. Todas estas premisas se cumplieron holgadamente, salvo la cuarta que resultó un poco excesiva, aunque ya sabemos que la subida de las materias primas está en estos momentos disparada. En resumen, un lugar elegante donde poder repetir, si es capaz de mantener la calidad de los producto, el amable personal y ajusta moderadamente los precios.