jueves, 10 de marzo de 2016


LA MUJER Y EL AIRE

En el aire estoy y en aire me muevo,
aleteando a tu lado,
uniendo mis respiros a los tuyos
en placenteras brisas
o en huracanes desbocados de pasión.
Hasta en sueños creo ser, cometa saltarina
revoloteando arriba y abajo
en torno a ti, que eres mi centro,
atraído por esa manera peculiar
de dármelo todo, mujer, sin que yo te lo pida.
Me embriaga la sensatez
en tu quehacer diario,
el empeño en la tarea a realizar,
tu mirada candorosa al contarme proyectos
que hemos de realizar juntos.
Me desborda tu grandeza de corazón
y, en silencio, medito la respuesta
al juicioso interrogante
para colmar de gozo tus anhelos.
Mis vuelos son rasantes,
los tuyos, atraviesan las nubes
mostrándome el cielo despejado,
libre de tormentas.
Cada día me inspiras un verso
del poema de amor y ternura
que estoy componiendo para ti.
Dame algún tiempo, amor,
para descubrir toda tu hondura.
Como hálito susurrante,
sabrás entonces
que, además de poema escrito,
eres la mujer eternal
por la que ha estado viajando ingrávida,
en el aire, mi existencia.


Fotografía: María Teresa Álvarez

2 comentarios:

  1. Aplausos de corazón. Saludos amigo Carlos

    ResponderEliminar
  2. Agradezco tu gentileza para mi composición. Recibe un fuerte abrazo agradecido, amigo Josep.

    ResponderEliminar