LA NIÑA REGALADA
Hace unos días, he acabado de leer esta interesante
novela de Bona Balda, editada en el año 2013 (Sinindice Editorial), pero, que
en razón de los hechos que relata, no ha perdido un ápice de actualidad.
Bona, es una
magnífica escritora, además de excelente pintora, a la que he tenido la fortuna
de conocer recientemente. Nacida en Logroño (La Rioja), ha vivido varios años,
concretamente, desde 1972 a 1977, en Ecuador Allí, según me ha contado, encontró
marcados contrastes: gente estupenda, solidaria, dulce y educada, con la que se
sentía como en su propia casa. Pero lo que más le impactó, porque le dolía a
tope, eran todos esos acontecimientos injustos y machacantes para los más
indefensos, que ha reunido aquí a modo de puzzle y que tal vez puedan resultar,
para nuestra forma de vida, tan increíbles como lo fueron para ella.
La propia escritora,
nos relata la sinopsis de su novela:
Adriana llegó a Machala (Ecuador) buscando trabajo.
Sólo era una de tantas jóvenes solteras embarazadas, pero ésta cargaba sobre
sus hombros una dramática historia. Era una niña regalada, sin papeles, sin
autonomía. Una esclava de hecho, aunque las leyes lo prohibieran. En la primera
casa vivió sometimientos a trabajos inadecuados a su edad, a los caprichos de
los dueños, a duros castigos. A través de Nancy, la joven dueña de la casa, se
llega a conocer determinadas situaciones de la sociedad ecuatoriana: Ricos y
pobres, los niños de la calle, la violación, el tema de los espíritus y los
curanderos. La estancia de Adriana en La Sierra nos pone en contacto con el
indio, con su conciencia de no ser nadie, y con el gran trabajo que la Teología
de la Liberación hizo, en los años setenta, porque llegaran a manejaran su vida
como seres adultos. Aunque el relato esté novelado, su base es real. De hecho
me decidí a escribir porque Adriana, la protagonista, me contaba una historia
tan inverosímil sobre ella misma, que no me la pude creer hasta que vi las
cicatrices en su espalda. Me gustaría suavizar los hechos, pero… es que… son
así.
Como pueden deducir
por los párrafos anteriores, se trata de una novela de contenido duro, porque
dura era la vida que la autora vio y vivió durante aquellos años. Un relato que
agita la conciencia de los que estamos instalados en el estado del bienestar y
en la sociedad de consumo y que nos impulsa a reflexionar sobre nuestros
hábitos de vida, a la vez que nos anima, en la medida de lo posible, a ser solidarios
con los que soportan tan duras condiciones de vida.
En cualquier caso, una
lectura muy recomendable.
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