LA REFORMA
Crónicas de mi Periódico 25 de febrero de 2018
ALFRED Y AMAIA

Con el título "Tu
canción" lograron avivar el mutuo sentimiento, de manera que, además de
una gran interpretación musical, se visualizó una bella historia de amor. Los
espectadores quedaron rendidos ante esa explosión de romanticismo auténtico, y
canción e intérpretes fueron elegidos para representar a España en el próximo
Festival de Eurovisión. Ahora, Alfred y Amaia, Amaia y Alfred, tienen ante sí
un reto más difícil que el de intentar quedar en un buen puesto, y este no es
otro que el de convencer por calidad a un público nacional siempre dividido a
la hora de defender lo nuestro.
Ya hemos visto últimamente cómo la designación de un español para ocupar la vicepresidencia del Banco Central Europeo solo ha contentado a la mitad de nuestros compatriotas. También han abundado las críticas sobre una cantante con buenas intenciones rojigualdas, deseosa de dotar de letra al himno patrio. No sabemos si la disparidad de criterios ha sido ocasionada por la ausencia del morado, bien por añoranzas republicanas, o por ser este color el propio de la Cuaresma. Algunos que criticaban el Programa "Españoles por el Mundo", porque, según ellos, se explicitaba la fuga de cerebros, se muestran ahora satisfechos de que dos compatriotas se encuentren en Bélgica y en Suiza haciendo un máster sobre "El Derecho a decidir cuándo fugarse", trabajo que ha de llevarles varios años de dedicación exclusiva.
A la hora de escribir
esta crónica, ha saltado la noticia de que la canción que nos representará en
Eurovisión es plagio de una italiana, "Nuvole
bianche". He escuchado ambas versiones y puedo asegurarles que,
aparte de su cadencia amorosa, el parecido es nulo. Está claro que nuestra
especialidad, es la de tirar piedras sobre el propio tejado. ¡Ánimo, pues,
Alfred y Amaia! No hagáis caso de las lenguas viperinas y resentidas de la
media España que siempre critica a la otra media; vosotros a lo vuestro, que es
cantar y amaros de verdad.
Un ruego: os pido que,
al finalizar la canción, vuestro beso sea sincero. Tal vez este gesto nos reúna
en un único sentir colectivo. Hago votos para que este sentimiento no sea el de
la envidia.
El beso o no beso al final de la canción no tiene nada que ver con sinceridad o no. A ella no le gusta besarse en público... En la academia ha rehuido mucho de eso.
ResponderEliminarSinceros y auténticos.. Siempre
Daniel Wankun
Amigo Daniel: ¿Quién sabe sobre la sinceridad de un beso? Seguramente los que vieron el beso de Judas opinarían que era de amistad. Estoy de acuerdo con que los besos han de ser siempre sinceros y auténticos, pero, como en las películas, a veces se han de dar "por exigencias del guión". El tiempo dirá cuán sincero es el amor de esta joven pareja. Gracias por tu comentario.
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