Crónicas de mi Periódico 25 de de abril de 2019
MANUEL ALCÁNTARA

Malagueño de nacimiento, por necesidades del trabajo
paterno, se traslada a Madrid en plena juventud y aunque comienza los estudios
de Derecho, nunca los concluiría llevado por un desbordado amor por la poesía,
lo que le hace frecuentar las tertulias literarias de la época en los cafés, Lisboa, Molinero, Lira y sobre
todo en Varela en donde a las doce de
la noche de cada viernes recita sus primeros versos. Estos eventos de “En
Versos a Medianoche” le dan la
oportunidad de dar a conocer su poesía, llena de de gran consistencia y
lirismo. Después de varios galardones, obtiene el “Antonio Machado” por su
poemario “Manera de silencio”(1955) y poco después el Premio Nacional de
Literatura (modalidad poesía) por su “Ciudad de entonces” (1961).
Por entonces, es ya un poeta conocido que traba
amistad con escritores como Julio Camba o César González Ruano. Quizás esta sea
la razón por la que se inicia tardíamente en el mundo periodístico. Trabaja en
rotativos como “Arriba”, “Pueblo”, “Ya”, “La Hoja del Lunes” y “Marca” en donde
escribe crónicas boxísticas y
futbolísticas. Sin embargo, la columna diaria que publicaba como cierre en la
contraportada de los periódicos del grupo Vocento, fue la que le dio prestigio
nacional.
Con cierto gracejo se le escuchó decir que: “solo
hago cosas que puedo empezar y concluir en un mismo día, como un poema, un
soneto o un artículo”. Estos artículos hacían que yo comenzara a leer “El Norte
de Castilla”, siempre por la última página. Era una delicia comprobar cómo en
una estrecha columna de escueto número de palabras, era capaz de comenzar,
desarrollar y concluir, a veces con una espectacular Larga cambiada, cualquier
tema de actualidad que su pluma desgranara.
Fue galardonado con innumerables premios periodísticos
como el Luca de Tena, el Mariano de Cavia, el González Ruano o el Joaquín
Romero Murube. Los 30.000 artículos que escribió hasta el pasado mes de enero,
fueron, sin duda, su gran aval.
Desde el año 1993 instituyó el Premio de Poesía que
llevaba su nombre, uno de los mejor dotados de España.
Pocos años antes de morir escribió sobre la muerte
que barruntaba: “La muerte es como un libro o un espejo en donde uno mira y
mira sin ver nunca”. Roto el espejo, ojalá haya podido satisfacer su curiosidad
y ver cara a cara la Verdad como en un libro abierto.
Descanse en paz tan excelente escritor.
Fotografía de Francis Silva
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