DESTELLOS EN LA NOCHE
Tienes tal embrujo, noche,
que los recodos del alma
saben bien que pones calma,
de atardeceres, el broche.
No puede haber más derroche
ni más pura fantasía
que, presenciar tras el día,
destellos de luz brillantes
como lejanos amantes
soñando la cercanía.
En noche se me convierte
la tarde si no te veo
y siento como el deseo
de tanta pensar quererte
es solo miedo a perderte
o temor a que el ocaso
se entretenga, o dé un mal paso,
retrasando que amanezca.
¡No hay noche que no merezca,
contemplarla a cielo raso!
Fotografía de Maribel Diez Salgado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario