ANOCHECERES
Tienes
tal embrujo, noche,
que
los recodos del alma
saben
bien que pones calma
de
atardeceres, el broche.
No
puede haber más derroche
ni
más pura fantasía
que
presenciar tras el día,
destellos
de luz brillantes
como
lejanos amantes
soñando
la cercanía.
Formas
parte de este juego,
amor
nacido en la tarde,
con
la ilusión que me arde
convertida
en puro fuego.
El
tiempo nos dirá luego,
si
la estrella que contemplo
se
extinguirá en un momento
o
lucirá de por vida.
Por
ahora, en la partida,
es
todo amor lo que siento.
Fotografía de María Teresa Álvarez
Las noches de verano se visten de brisas. Hermoso poema.
ResponderEliminarLas brisas que me llegan de Caliope son las más refrescantes del verano.
ResponderEliminarEsas noches guardiánes de la fantasía elegir una estrella para sentir su cercanía.
ResponderEliminarWoooooooww hermoso poema de amor!!