jueves, 16 de noviembre de 2023

 

PASAJES DE "CÉCILE. AMORÍOS Y MELANCOLÍAS DE UN JOVEN POETA" (98)

CAPÍTULO IX

La Ruptura

 

............................................

Me costó trabajo que en el convento me dieran razón de él, en un día tan propicio a la meditación y al recogimiento, y cuando al fin me saludó en el recibidor, no pudo ocultar su sorpresa al verme:

―¡Álvaro! ¿Cómo por aquí? Hoy no recibimos visitas. La comunidad se encuentra en sus celdas en completa meditación. Recuerda que hoy es el día en que Nuestro Señor va a morir por todos nosotros.

―Lo sé, Padre ―respondí―. Perdone mi atrevimiento pero es que, en las últimas horas me ha ocurrido de todo, comenzando por haber sido infiel a Cécile, con el agravante de haberlo hecho contemplando mientras tanto las procesiones de Semana Santa.

Y sin detenerme a pensar el tiempo que mi confesión haría perder al predicador, le conté minuciosamente los hechos y las sensaciones experimentadas en los últimos días junto a Arancha. No supe el impacto que mis palabras le produjeron, pues permaneció todo el tiempo de escucha con la capucha de la esclavina recubriéndole la cabeza. Cuando hube concluido, aún tuve que esperar unos segundos antes de que, vuelto hacia mí, me reconviniera.

―Álvaro ―comenzó diciendo―. Esos episodios que me has relatado no prueban sino que el mal nos rodea y hemos de estar siempre atentos a combatirlo. Estas proposiciones deshonestas con frecuencia se disfrazan de apariencia amorosa para confundirnos, y a la postre, para que sucumbamos a sus halagos. Sé que tu amor por Cécile es puro y estos acontecimientos escabrosos pasarán al olvido de Dios en cuanto te dé la absolución. Procura mantenerte vigilante para que situaciones parecidas no vuelvan a repetirse.

 Me arrodillé y recibí la absolución.

―Reza tres Padrenuestros para agradecer la confianza que el Señor tiene puesta en ti y pide a Santo Domingo por todos los pecadores, sin excluir a los miembros de la Orden.

Al despedirme, antes de cerrar discretamente la puerta del convento, me aconsejó que le visitara pasados unos días, para poder dialogar con más calma, y me recomendó:

―No digas absolutamente nada de esto a Cécile. Sufriría en vano. Vuestro amor ha de seguir siendo ejemplar.

Y me guiñó un ojo, como símbolo de complicidad

                                                               .................................................................................

4 comentarios:

  1. Te quedas con deseos de seguir leyendo. Interesante

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Esa es muy buena impresión, estimado/a amigo/a. La publicación de pasajes intenta despertar el interés de los lectores para leer toda la novela. Ten una buena mañana. Saludos.

      Eliminar
  2. Me gustó
    Me hubiera gustado saber la conversación que habrían tenido en la nueva visita.👍👍👍

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. De no comprar la novela, tendrás que tener paciencia. Publico, aproximadamente. cada mes, un nuevo pasaje. Gracias por tu interés. Te deseo una tarde feliz. Saludos.

      Eliminar