domingo, 28 de agosto de 2016

CONVERSACIONES CON ÓSCAR (I)



Ha irrumpido en las pantallas españolas, la última producción de Woody Allen, titulada Café Society. He de advertir a cuantos quieran leer mi impresión personal sobre el film, que soy un seguidor recalcitrante de Woody, desde los tiempos de "Toma el dinero y corre". Desde ese momento, la filmografía de este genio, me atrapó y desde entonces creo no haber dejado de ver ninguna de sus cintas. He grabado muchas de ellas y las he vuelto a observar en las noches en que deseo ver algo diferente a lo que los distintos Canales, de vulgar programación televisiva, me ofrecen.

Café Socciety, no es una cinta que sobresalga dentro de la filmografía de Allen. El tema recurrente del triángulo amoroso, no es innovador, ni siquiera la ubicación o la dorada luz con que el cineasta nos cuenta su historia  resulta novedosa y, sin embargo, quizás, sea eso mismo lo que me resulta atrayente, pues me sumerge en retazos de gran calidad, vistos en otras películas del mismo autor. Justamente lo contrario de lo que me sucede con Almodóvar, por citar un  ejemplo.

He leído críticas en las que se dice que la película no aporta nada nuevo. Respeto esa opinión, pero la rebato porque creo que la visión sobre el amor y el desencanto que parece sobrevenir después, es una constante que bulle en la mente de este genio y aprovecha en cada film, magistralmente, la ironía de un gag o de una situación hilarante, para aportar una perspectiva o una arista más en la poliédrica estructura de ese pensamiento.

Los actores Jesse Eisenberg, Kristen Stewart y Steve Carell, se mueven con soltura y recitan su papel como lo hubieran hecho de haber sido otros, los elegidos, indicativo de la fuerte influencia que ejerce sobre ellos el director; seguramente, por ser también el guionista

Rodada la mitad en el Hollywood de los años treinta y la otra mitad en New York, con ambientes bien diferenciados  y luz convenientemente apropiada, el film muestra los estragos que el amor puede producir en el enamorado, y eso, pese al humor con que se ruedan algunas de sus secuencias.

Como es lógico, no revelaré el final, tan sólo diré que es el apropiado para una película romántica que aúna comedia y drama

En resumen: un film muy recomendado para fans incondicionales de Woody Allen, y no tanto, para los que disfrutan con otro tipo de guiones de más liviano contenido.




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