LOS CABALLEROS DE VALEOLIT
EL TESTAMENTO DE LA REINA SANCHA

Antonio, por
su parte, con verbo fluido y ante el numeroso público asistente, pormenorizó
los hechos básicos sobre los que ha construido esta novela que cierra la
trilogía "Los Caballeros de Valeolit", cuya primera parte "Los
hijos de Pelayo", obtuvo el premio Miguel Delibes de Narrativa 2015 y cuya
segunda parte "Lealtad y Promesa" , ha obtenido elogiosas críticas.
La acción de
esta tercera parte, transcurre durante el reinado de Alfonso VI y en él,
Fernando, el protagonista, con la ayuda de sus fieles amigos: el conde Ánsurez,
Alvar Fañez y el poderoso caballero burgalés, Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid
Campeador, desprovisto del honor que tuvo en otro tiempo, será redimido de su
prisión para combatir al servicio del propio rey Alfonso VI. Su principal
batalla será, sin embargo, recuperar a su familia, dispersa por la injusta
condena que sufrió. En definitiva, es la historia de un hombre adulto que en
esa época de su vida, intenta conquistar aquello que ha perdido y que no es
otra cosa que la paz interior.
Novela histórica, que no historia anovelada,
en la que el autor se ha preocupado de ambientar convenientemente los episodios
siguiendo fielmente los cánones de tolerancia religiosa y lingüística, sentido
del honor etc. imperantes en la España del siglo XI, multicultural y políglota,
en la que convivían tras religiones y al menos seis Lenguas.
El relato concluye en el año 1095, en el que
un pequeño asentamiento humano llamado Valeolit, comienza a vislumbrar el
esplendor que tendrá siglos más tarde al convertirse en una gran ciudad, cuna
de reyes y Corte Real: Valladolid.
Gracias por tu comentario y tu apoyo. Pasamos una tarde fabulosa y estuvo fantástico el encuentro de amigos, escritores, poetas, letras, palabras y libros. Más libros que nos hagan soñar, por favor. Un abrazo.
ResponderEliminarEs cierto todo cuanto dices. Es alentador comprobar la cantidad de gente que está interesada por la cultura, que en definitiva es el deseo de adquirir más conocimientos y la capacidad de poder soñar, como tú bien apuntas. Gracias por tu excelente aportación a este mundo intelectual que entre todos hemos de intentar agrandar.
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