PASIÓN DE OTOÑO
un revoltijo de pentagramas, aún
en blanco.
En una de ellos, he dibujado
unos pocos acordes inconexos,
en un vano intento de componer
una sinfonía que describa
la sonrisa con que muestras al
mundo,
la belleza de tu alma encerrada
en un cuerpo, grácilmente
juvenil.
Las guirnaldas de flores con las
que ciñes tu frente
me persiguen en sueños que no
cesan.
¡Cómo plasmar el derroche de
belleza
que desprenden en cascada,
los rizos por los que suspiro!
¡Y cómo transponer en música
la mirada del primer encuentro!
La caricia de tu voz me balancea
arrullándome
en cada inflexión, en cada
sonido emitido
por tu garganta prodigiosa.
En pleno otoño, resurge la
primavera del alma.
Vuelvo a intentar escribir
algunos compases ¡en vano!
No hay musicalidad que exprese
el sentimiento.
La felicidad es una música
celestial
compuesta por ángeles que,
únicamente,
escucha el pecho enamorado.
Yo la siento cada vez que te
tengo a mi lado
y se escinde, delicadamente,
cuando te alejas.
Eres el éxito clamoroso de una
obra musical apenas iniciada,
mi mejor composición de notas no
escritas
volando por el aire sin
atreverse a posarse en el papel pautado,
por no mancillar la sinfonía de
tu virginal mirada.
Fotografía de David Dunistkiy
Que manera de describir un amor puro y a la vez apasionado
ResponderEliminarFelicidades...
Me siento muy halado por su comentario y lamento no conocer su identidad para expresarle mi agradecimiento citándole por su nombre, que seguro corresponde a una persona de gran sensibilidad. Feliz día.
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