jueves, 28 de marzo de 2019


LA IMAGINACIÓN A LA BASURA



(Obra teatral en dos Actos)

ACTO PRIMERO
(En una cafetería)

Félix—Ayer leí en el periódico una noticia muy singular. Era una oferta de trabajo hecha por el mismo diario, en la que se hacía un llamamiento a jóvenes escritores con el fin de ocupar puestos en su redacción. Como eres un consumado escritor y ahora no estás trabajando, pensé en ti y me pareció, que mejor que llamarte por teléfono, era preferible traerte el recorte de prensa y comentarlo contigo.
Gonzalo— Gracias, Félix, siempre tan atento conmigo. La verdad es que necesito ganar unas perrillas, pues aunque escribo mucho y participo en una infinidad de Concursos Literarios, ya no recuerdo la última vez que recibí 300 euros por ganar un premio.
Félix— Lo de ganar dinero con los Concursos, es una idea que debes ir desechando. Ya sabes que si no tienes padrinos...Esta oferta de trabajo, sin embargo, te puede proporcionar una situación estable sin que te impida realizar tu vocación de escritor.
Gonzalo— Estoy de acuerdo contigo. Léeme, por favor, esa oferta. No he traído las gafas.
Félix
 — Escucha: Se necesitan tres jóvenes escritores para cubrir vacantes en la redacción de nuestro rotativo. Se exige perfecto dominio del castellano y cualidades redactoras. Se valorará, sobre todo, UNA GRAN CAPACIDAD CREATIVA. Los interesados deberán presentarse currículo en mano en nuestras oficinas: c/ La imprenta s/n a las diez de la mañana del próximo viernes, 25. Los aspirantes vendrán provistos de ordenador personal a fin de realizar una prueba escrita.      
Gonzalo—Pues allí estaré. Una oportunidad así no se presenta todos los días. Ya te informaré, Felix. ¡Ah! Gracias por tu ayuda.


SEGUNDO ACTO
(Diez días después en la misma cafetería a las seis de la tarde)


Félix—Buenos días, Gonzalito. Te debe haber ido muy bien en la prueba, pues tu cara rebosa felicidad.
Gonzalo—Es que creo que fue así. Escribí con soltura sobre los temas que me propusieron.
Félix— Por favor, cuéntame en que consistió la prueba,
Gonzalo—Verás, antes de empezar a escribir, el Redactor- Jefe nos recalcó que primaba la creatividad, amén de una visión original de la realidad actual y de que no tuviéramos cortapisas en cuanto a la libertad de expresión. Después, dispusimos de dos horas para redactar sobre estos tres temas: Uno de actualidad que era la Despoblación en el medio rural; otro sobre Economía y un tercero sobre Deportes.
Félix— ¿Y...?
Gonzalo— Sobre la despoblación conté lo que ocurría en un partido de fútbol. Mientras en el terreno de juego solo había veintitrés personas, en las gradas, miles de almas se agolpaban vociferando lo que tenían que hacer los ocupantes de una extensión casi despoblada. Al cabo de dos horas, los jugadores, sumamente cansados y algunos muy tristes, abandonaban el terreno de juego y la despoblación era absoluta en aquel espacio al menos durante catorce días.
Félix—Creo yo que deberías haber mencionado el mundo rural y la superpoblación de las ciudades.
Gonzalo—Implícitamente lo hice. El campo era de hierba y las gradas de cemento. A buen entendedor...
 Félix— Bueno, y de Economía ¿qué dijiste?
Gonzalo—Aquí fue donde hablé de economía rural y de cómo los sufridos agricultores padecen las consecuencias del cambio climático que ellos no provocaron. De cómo los conejos se comen sus cosechas y los lobos sus ganados, porque para algunos, son más importantes los animales que las personas y de cómo los veganos de ciudad les están haciendo veganos a la fuerza, ya que con tan pocos recursos, se ven obligados a alimentarse de lechuga y zanahorias.
Félix—No sé, no sé... Puede que tengas razón. Dime en el tercer tema qué deporte elegiste, pues de fútbol ya habías hablado.
Gonzalo— En concreto, me explayé sobre patinaje.
Félix— ¿De nuestro campeón Javier Hernández?
Gonzalo—Nada de eso. Comenté el enorme patinazo cometido por David Cameron cuando formuló el referendun sobre el Brexit y sus tremendas consecuencias económicas, que tanto afectan a los agricultores Así enlacé todos los temas: mundo rural, economía y deportes.
Félix— Pues originalidad no te faltó. ¿Cuándo sabrás si te han elegido?
Gonzalo— Hoy mismo de 6 a 8 llamarán por teléfono a los que han sido seleccionados. Por eso he quedado citado contigo a esta hora.
 (En el escenario, un reloj de carrillón da ocho toques)
Gonzalo—Esperaremos un poco más. A veces la gente no es puntual.

(Los actores permanecen en silencio sobre el escenario. Se escuchan las primeras toses y carraspeos en el patio de butacas y algunos espectadores empiezan a abandonar la Sala. Diez minutos más tarde, solo la mitad de los espectadores espera el desenlace y a los veinte minutos abandona el recinto el último espectador, sin que la esperada llamada telefónica se escuche).

Gonzalo—¡Qué país! Estamos condenados al desastre. En vez de llevar la imaginación al poder, la tiran a la basura.
Félix— ¡Qué razón tienes! Ellos se lo pierden, Gonzalo. Ellos se lo pierden...

(Ambos se levantan y Félix pasa su brazo por encima del hombro de Gonzalo, mientras el telón cae lentamente)

FIN









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