P.P. DOMINICOS (VALLADOLID)
El jueves volví al Colegio de los P.P. Dominicos de
Arcas Reales en donde estuve trabajando como profesor durante cuarenta años y,
aunque en un espacio de tiempo tan dilatado hubo días mejores que otros, el
cómputo general fue muy positivo. Evolucioné como persona y como profesor en
una actividad para la que sentía auténtica vocación y ahora, ya jubilado, tengo
la fortuna de visitar cada año sus instalaciones, saludar a mis compañeros y
relacionarme con ese mundo bullicioso y juvenil que ocupa sus aulas. Soy feliz
al contemplar el mismo uniforme en distintas caras, con el denominador común de
la pujanza que aporta su joven sangre a la mía, en cada primavera.
Alguna vez he escrito que el mejor Premio que puede
recibir un escritor, es el de que sus publicaciones se lean y yo tengo la gran
suerte de que mis novelas se leen, año tras año, en este hermoso edificio
construido por Miguel Fisac.
Comencé la mañana con los alumnos de 6º de Primaria
que, habían leído durante este año, "Fábulas carolingias"; una
recopilación de enseñanzas escritas en lectura de fácil comprensión e
ilustradas con excelentes dibujos, que resultan muy convenientes en orden a
formar las mentes de los jóvenes lectores en Valores. La atención con que
siguieron mis explicaciones fue exquisita, demostrando un gran interés en que
les relatara aquellas fábulas que más les habían impactado.
Con una agradable sensación de bienestar, que espero
fuera compartida por alumnos y profesores, inmersos en esta fecha en la
celebración de "El Día de Europa", abandoné las instalaciones de este
Colegio al que pienso regresar D.m. el año próximo.
Sabina: Al lugar donde has sido feliz, siempre debes
soñar con volver.
Felicidades, amigo Carlos. Un ramillete de hermosos recuerdos y tu palabra, como siempre, alzando el vuelo. Un abrazo.
ResponderEliminarUna felicidad sin compartir, no es una auténtica felicidad. Al dar a conocer mis íntimas sensaciones y encontrar un eco dichoso en quien me lee, soy consciente de poseer un ramillete de amigos, que conmigo, alza el vuelo.
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