TRAS EL CIELO DE URANO

Y es que, Antonio José,
es un escritor de reconocida valía, que recibió en el 2015 el Premio Miguel
Delibes de narrativa por "Los hijos de Pelayo" primera parte de su
trilogía "Los Caballeros de Valeolit". Autor de otras muchas
publicaciones, el escritor cambia de registro con esta nueva novela, pasando de
la novela histórica a un relato de Ciencia ficción asentado sobre unas bases
científicas y en un relato futurista, seguramente, posible.
He querido que sea el
propio autor el que nos anime con un pequeño texto, a la lectura de su novela:
"Tras el
cielo de Urano es una novela de ciencia ficción en el sentido
más clásico de la palabra. Su protagonista, Íñigo Cortés, capitán de un convoy
de viajeros, sufre un accidente con toda su tripulación mientras se
aprovisionaba en el planeta Urano. Los colonos, viajeros con destino al
exoplaneta KOI-4878-01 de la Constelación del Cisne, no quieren regresar a la
Tierra, por lo que el viaje continuará hasta alcanzar su objetivo. A lo largo
del camino se encontrarán con múltiples obstáculos; unos proceden de los mismos
compañeros de viaje, y otros se encuentran en la lejanía y la oscuridad que
rige en las fronteras del Sistema Solar y más allá.
Mi
pretensión cuando la escribí era la de contar una novela sencilla de conquista
y de acción, de aventuras en el sentido más pleno y auténtico de la palabra.
Ahora, cuando miro el resultado, creo que lo he conseguido con creces. Es un
buen relato y una buena historia, y creo que lo es por mérito de los escritores
de ciencia ficción que desde sus libros del pasado me han inspirado. De ellos
es el éxito.
Creo que
debo a Julio Verne el creerme la historia. Verne es un maestro buscando
combinar la ficción con la realidad. Cuando el lector se sumerge tanto que
percibe el relato como real, entonces la novela funciona. También debo a Asimov
el interés y el deseo por hacer un relato bien fundamentado desde el punto de
vista científico. No es un relato mágico, sino científico y cotidiano. Por eso,
a los amantes de la ciencia ficción, pero no de la literatura fantástica, gozan
con sus páginas, incluso me piden más, cosa que agradezco.
También
debo a los clásicos como Galdós, Dickens o Hugo la necesidad de construir
personajes profundos. La ciencia ficción no debe ser superficial, pues está
construida por personajes que sienten y
padecen de verdad, que sufren, se enamoran y mueren en la cotidianeidad de la
vida. No quise escribir un relato donde el protagonista fuera un ser
invencible, al contrario, Iñigo Cortés es un hombre sensible y corriente que
simplemente quiere ser cumplir con su deber, aunque le cueste la felicidad. Por
eso el relato funciona, es clásico.
No
abundan las explosiones, sino los sentimientos, las emociones y la vida.
Quizás
por esa razón habrá una segunda parte... Algún día".
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