MIGUEL DELIBES SETIÉN (1920-2010)
El pasado día 17, se ha cumplido el centenario del
nacimiento de este sin par escritor vallisoletano. Hombre sencillo y afable con
sus convecinos, recibió otra de las múltiples muestras de
cariño con las que su ciudad ha querido homenajearle. Desde el domingo, una
escultura que muestra a don Miguel paseando, paraguas y libros en mano, se
puede admirar a la entrada del Campo Grande; parque, que en otro tiempo, en
tantas ocasiones recorriera.
Licenciado en Comercio, fue profesor de Derecho
Mercantil en su ciudad natal. Su afición por la caricatura le lleva a publicar
sus dibujos en el periódico, "El Norte de Castilla", para
posteriormente ser columnista del mismo y ocupar, años más tarde, los puestos
de subdirector y director del mencionado diario del que dimitió (1963) por
desavenencias con Manuel Fraga, por aquel entonces, Ministro de Información y
Turismo.
La concesión en 1947 del Premio Nadal por su novela,
"La sombra del ciprés es alargada" le lanza a una carrera literaria
prolífica en títulos entre los que citaré: "El Camino", "La hoja
roja", "Mi idolatrado hijo Sisí", "Diario de un
cazador" (Premio Nacional de Narrativa),"Las ratas" (Premio de
la Crítica), "Cinco horas con Mario". "La guerra de nuestros
antepasados", "Los santos
inocentes", "Señora de rojo sobre fondo gris" (Un homenaje a su
esposa, prematuramente fallecida) y un largo etcétera que concluye con su
última novela "El hereje"(Premio Nacional de Narrativa).
Diez de sus publicaciones se convirtieron en
películas y algunas de ellas fueron adaptadas como obras teatrales. Entre sus
reconocimientos figuran los siguientes: Doctor honoris causa por las
Universidades de Valladolid, Complutense de Madrid y Sarre (Alemania); Premio de las Letras otorgado por la Junta de
Castilla y León; Caballero de las Artes
y las Letras de la República Francesa; Premio Príncipe de Asturias 1982 y Premio
Cervantes 1993.
Elegido Miembro de la Real Academia de la Lengua
desde 1973, fue relevante su aportación en vocablos de flora y fauna de los que
era un gran conocedor por su pasión por la caza y la naturaleza.
Considerado como uno de los mejores escritores de la
mitad del siglo XX su obra es una canto a la gentes que habitan en el medio
rural del que se sentía enamorado. Gran defensor del medio ambiente y del
equilibrio ecológico, en sus obras se percibe la defensa de los desfavorecidos,
un compromiso ético reivindicador de una justicia social a los que añade una
crítica sobre el progreso de técnicas de desarrollo incontrolado que amenazan
al Planeta.
Su fallecimiento tuvo lugar el 12 de marzo de
2010 y como hijo predilecto de la ciudad,
sus cenizas fueron enterradas en el panteón de Hombres Ilustres del cementerio
vallisoletano, en las que por su expreso deseo, descansan junto a las de su
esposa Ángeles de Castro, su gran amor y musa.
Fotografía del autor.
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