jueves, 22 de octubre de 2020

 

MIGUEL DELIBES SETIÉN (1920-2010)



 

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El pasado día 17, se ha cumplido el centenario del nacimiento de este sin par escritor vallisoletano. Hombre sencillo y afable con sus convecinos, recibió otra de las múltiples muestras de cariño con las que su ciudad ha querido homenajearle. Desde el domingo, una escultura que muestra a don Miguel paseando, paraguas y libros en mano, se puede admirar a la entrada del Campo Grande; parque, que en otro tiempo, en tantas ocasiones recorriera.

Licenciado en Comercio, fue profesor de Derecho Mercantil en su ciudad natal. Su afición por la caricatura le lleva a publicar sus dibujos en el periódico, "El Norte de Castilla", para posteriormente ser columnista del mismo y ocupar, años más tarde, los puestos de subdirector y director del mencionado diario del que dimitió (1963) por desavenencias con Manuel Fraga, por aquel entonces, Ministro de Información y Turismo.

La concesión en 1947 del Premio Nadal por su novela, "La sombra del ciprés es alargada" le lanza a una carrera literaria prolífica en títulos entre los que citaré: "El Camino", "La hoja roja", "Mi idolatrado hijo Sisí", "Diario de un cazador" (Premio Nacional de Narrativa),"Las ratas" (Premio de la Crítica), "Cinco horas con Mario". "La guerra de nuestros antepasados",  "Los santos inocentes", "Señora de rojo sobre fondo gris" (Un homenaje a su esposa, prematuramente fallecida) y un largo etcétera que concluye con su última novela "El hereje"(Premio Nacional de Narrativa).

Diez de sus publicaciones se convirtieron en películas y algunas de ellas fueron adaptadas como obras teatrales. Entre sus reconocimientos figuran los siguientes: Doctor honoris causa por las Universidades de Valladolid, Complutense de Madrid y Sarre (Alemania);  Premio de las Letras otorgado por la Junta de Castilla y León;  Caballero de las Artes y las Letras de la República Francesa; Premio Príncipe de Asturias 1982 y Premio Cervantes 1993.

Elegido Miembro de la Real Academia de la Lengua desde 1973, fue relevante su aportación en vocablos de flora y fauna de los que era un gran conocedor por su pasión por la caza y la naturaleza.

Considerado como uno de los mejores escritores de la mitad del siglo XX su obra es una canto a la gentes que habitan en el medio rural del que se sentía enamorado. Gran defensor del medio ambiente y del equilibrio ecológico, en sus obras se percibe la defensa de los desfavorecidos, un compromiso ético reivindicador de una justicia social a los que añade una crítica sobre el progreso de técnicas de desarrollo incontrolado que amenazan al Planeta.

Su fallecimiento tuvo lugar el 12 de marzo de 2010  y como hijo predilecto de la ciudad, sus cenizas fueron enterradas en el panteón de Hombres Ilustres del cementerio vallisoletano, en las que por su expreso deseo, descansan junto a las de su esposa Ángeles de Castro, su gran amor y musa.

Fotografía del autor.

 

 


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