NOVIEMBRE
He pasado del
estío al invernal canto,
de los azules a
los grises,
del abrazo
prolongado
a la frialdad
de tu acerada mirada.
He conocido
sueños diversos,
he roto en mil
pedazos
nubes
reflejadas en charcos de cristal,
he desandado el
camino varias veces
en un intento
vano
de encontrar la
raíz de mi existencia,
ya marchita,
herida de muerte
por la muerte
misma que iba en la vida
sin saberlo...
En la
encrucijada de las confesiones inmediatas
veo la luz,
como un candil entre los árboles
arrulladores de
hojas cantarinas
que se
arrastran lastimosas por el suelo
y por el tiempo
cruel que pide tu fin
que será mi
fin, sin que el arroyo
desemboque en
el caudaloso río
antes de
alcanzar el mar de mis anhelos.
Sobre el sentir
aprisionado de torpezas,
creo saberlo
todo
sin haber
probado casi nada.
Por eso, en la
barca que ha de llevarme
a la orilla
confusa, incomprendido,
pienso que ya
tengo bastante
con lo vivido.
No pido otra
vida más,
quizás no la
merezco, al menos así pienso hoy,
herido por el
frío del noviembre que agota mis latidos.
Fotografía
de Santos Pintor Galán.
Buenos días querido profesor. Te siento muy pesimista y demasiado conformista en este lindo poema. En mi modesta opinión, necesitas varias vidas más para poder seguí aprendiendo de tu experiencia y tu sabiduría. Eres un sabio de letras y de ciencias. Qué envidia!
ResponderEliminarTe envío un caluroso y afectuoso saludo para ti y tu esposa.
Querido alumno/a, es una pena que esta cariñosa reseña no lleve firma, para así satisfacer mi curiosidad de conocer quien me dedicó tan lindas palabras. El poema fue escrito hace algunos años y en ese momento, las circunstancias eran distintas de las que afortunadamente gozo al día de hoy, en el que deseo vivir más y con más amigos.
EliminarHe esbozado una sonrisa cuando he leído lo de "sabio", que me ha recordado parte de de la canción, Lucía, de Serrat y que dice: "Si alguna vez fui sabio en amores lo aprendí de tus labios cantores", que traducido a mi caso significa que si de algo sé, fue lo que aprendí de mis alumnos durante cuarenta años.
Lanzo al aire mi afecto y el de mi esposa para un alma buena que revolotea a mi lado sin yo saberlo.
Soy Matías Cuesta y mis palabras son as absolutamente sinceridad
EliminarUn abrazo muy fuerte para ti y tu familia, Matías.
EliminarMuy bello tu poema, Carlos. Nos tienes acostumbrados a tanta belleza que nunca puedo resistirme a tu poesía. Esta vez te comento por aquí pues en el face me restringieron de nuevo y no puedo comentar ni publicar nada. Te mando un abrazo y un gran aplauso.👏👏👏👏👏🌹🙋🏼
ResponderEliminarDura condena la que te imponen anulando la preciada libertad de expresión que muchos alaban, pero que cuando la opinión no les es favorable, la eliminan. Gracias por tus elogios.
EliminarVamos, que así lo siento. Y me apetece mucho poder pasar un ratito con vosotros. Un fuerte abrazo, querido profesor
ResponderEliminar¡Qué pena que no hayas puesto tu nombre en el comentario! De todos modos no dejo asombrarme de la cantidad de personas maravillosas a las que tuve por alumnos. Abrazos.
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