SENSACIONES
Vislumbro
el mar ante mí
a
un sueño justo de distancia,
un
dorado amanecer
al
mismo lado de la espera
y
miles de pájaros alborotados
ocupando
mi cabeza.
Un
amor, tal vez, me esté esperando
cuando
deje de girar la Tierra.
Soy
rico en preguntas sin respuesta,
cuando
el viento que empuja mi velero
me
adentra de lleno en la tormenta.
A
veces intento redimirme
pero
me falla la voz y la conciencia.
Un
monstruo devora mis entrañas
cual
un Goya pinta penas
mordisqueando
la asadura que es de barro
cuando
debiera ser de piedra.
En
un imaginado cielo
dibujo
mil estrellas
que
raudas regresan a su mundo
de
galaxias incompletas.
Os
cuento esto porque he visto,
entre
nubes de cristal y seda,
con
dos cuchillos la Luna
de
mirada traicionera.
Oh
Dios, esta noche no quisiera
ensangrentado
morirme
de
tristeza, del dolor,
que
al ver mi sangre, ninguno
sintiera
duelo ni pena.
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