jueves, 14 de septiembre de 2023

 

LA VIDA DE MAGÍN PUERRO

-V-

 

 

"Ay, Magín, qué tonto eres

despreciando a una mujer

que en tus brazos piensa arder

complementando el sustento,

sin forzarte al casamiento

y sin nada que temer.

 

Me da que pensar tu hombría,

pues otros obreros tuve

de los que de ellos obtuve

placer y mutuo contento.

No quiero que tu lamento

sea si no te retuve."

 

No dije nada, tan solo

pedí lo que me debía

porque yo lo que quería

era dejar olvidada

a esta desvergonzada

en su guarida sombría.

 

Dicen que Dios siempre premia

al hombre cabal y honesto,

lo aseguro, porque esto

fue lo que a mí me ocurrió:

la dicha me sonrió

cuando conocí a Ernesto.

 

Este hombre trabajaba

vendiendo por tierras vascas

ganado, y en todas tascas,

se paraba a hacer negocio.

Bebimos y, como socio,

dejamos secas las frascas.

 

 

 

3 comentarios: