LA VIDA DE MAGÍN PUERRO
-VIII-
Detesto
la empresa fácil
como
detesto el mal vino
por
eso lo que imagino
suelo
hacerlo realidad
diciendo
siempre verdad:
no
me gusta el cuento chino.
Siguiendo
el rastro oloroso
me
planté en la cantina
que
dando vuelta a la esquina
se
situaba en la Plaza.
Sentándome
en la terraza
me
asaltó hambre canina.
"No
tengo dinero, dije,
–al
que me pidió comanda–,
pregunto
por el que manda
para
pedirle trabajo,
con
horario o a destajo
con
tal de tener vianda".
El
dueño muy mosqueado
me
dijo que si freía,
o
si a gallos guisaría
o
maestro era en churrasco,
pues
no era el primer chasco
que
con un nuevo asumía.
"De
cocina sé lo justo
—respondí—más
la experiencia
me
dice que con paciencia
uno
se instruye en fogones,
por
eso mis intenciones
son
aprender con urgencia".
Fotografía de Faustino Pérez Ruiz.
Interesante relato, sólo le deseo suerte😀
ResponderEliminarYa veremos. La suerte siempre es necesaria, pero hay que ayudarla con esfuerzo y constancia. De momento, nada sé sobre lo que le sucederá a Magín. Gracias por comentar. Saludos.
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