jueves, 18 de enero de 2024

 

LA VIDA DE MAGÍN PUERRO

-IX-

 

 

 

"Te doy la razón, muchacho,

y si haces como piensas

veré si me recompensas

trabajando con tesón.

Aquí tienes el mesón

con sus surtidas despensas".

 

Por el dueño contratado,

me fui presto a la cocina

como si fuera la mina

que tendría que picar

tratando de ocultar

una ignorancia supina.

 

Tuve suerte, lo confieso,

pues Julia, la cocinera,

pronto sospechó que era

un infiltrado patán;

mas calló pues un galán

viene bien a una soltera.

 

Ella me hacía las salsas

mirándome de reojo,

por si le echaba yo el ojo

a su redonda figura.

¡Creía la criatura

que en el amor yo era flojo!

 

Iniciado el galanteo,

sin rubor la pellizcaba,

gritando cuando notaba

sobre su piel golfería,

aunque ella no sabía

que la receta anotaba.

 

 

 

 

6 comentarios:

  1. Muy pillo, se salvó conla cocinera. Simpática parte de la historia

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La vida de un pícaro, siempre es una sucesión de circunstancias azarosas. Magín, de momento, parece tener suerte. Gracias por comentar. Saludos.

      Eliminar
    2. Es muy picara, pero muy bonito el de la cocina es más picara .Soy Begoña

      Eliminar
    3. La picardía define la esencia de Magín que demuestra su condición de tal entre fogones. Gracias por comentar esta secuencia, Begoña. Abrazos para una feliz tarde.

      Eliminar
  2. Simpático y picaresco.

    ResponderEliminar