domingo, 14 de enero de 2024

 

SOL DE INVIERNO

 

 

 

Brillaban los alcornocales

en el rubor de la mañana, encendidos.

Sobre la grupa de lo que soy y de lo que aspiro,

desciende un escalofrío partiéndome,

súbitamente, el pensamiento.

 

Sol de invierno dibujado en tu rostro

confuso, casi olvidado en el recuerdo

latente, enigmático desde el encuentro

feliz, en el calor del estío,

en la amable caricia del viento otoñal.

¿Cómo pudo suceder una separación tan brusca?

Y ¿cómo puede retornar tan de repente la esperanza?

Me admira la bonanza de este invierno crudo

que me incita a la fantasía.

Apenas algunos restos de brasa candente

reavivan rescoldos que no pudo apagar

el tiempo, ni el duro bregar de la vida.

En tu llamada había ecos de otros

instantes vividos, deliciosamente vividos

cuando el ardor se hacía patente

en cada mirada.

 

Hoy, quisiera que fuera ayer,

disfrazado el cuerpo de juvenil cadencia

deslizando la tibia mano por el cuerpo

tendido ante mí, saciando el deseo oculto

que alimenta la esperanza del elixir perfecto.

Mientras te espero en la pradera,

cerca de los alcornocales,

me invade la nostalgia.

Nada será igual, lo sé y, sin embargo, espero.

 

Fotografía de Magaly Paredes Alcalá

4 comentarios:

  1. Bellísimo poema, así pasa.

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    1. Efectivamente, en la vida nos aferramos a los recuerdos bellamente vividos y queremos revivirlos en cuanto nos es posible. Gracias por comentar. Saludos.

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  2. Sinda Romero
    Una belleza y la ilustración, genial
    Felicitaciones 👏 👏

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    1. Muy agradecido por tu felicitación, Sinda, te envío un fuerte abrazo y deseo continúes siendo parte activa de mi blog.

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