domingo, 3 de marzo de 2024

 




PASAJES DE "LAS LAMENTACIONES DE MI PRIMO JEREMÍAS" (101)

CAPÍTULO VII

Se acerca la Fiesta

 

 

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―¿Y las ranas? ¿No has echado la caña? Podrías intentarlo para que Tinín viera cómo un hombre sabe ganarse la vida ―dije halagándole, para que no continuara con el monólogo.

―Lo siento por tu hermano, pero he decidido volver a casa sin probar suerte. Las ranas que hoy descabezaría, las dejo para futuras madres de todas las que amenizarán con su croar el regato cuando me encuentre en París.

―Lo de marcharte, ¿lo das por seguro? ―pregunté.

―Todavía no está decidido; lo he de hablar con mis padres. Lo que es seguro es que mi tío llegará para fiestas, porque esta mañana Remigio, el Correo, nos ha traído un telegrama.

―¿Qué es un telegrama? ―preguntó Tinín, curioso.

Como mi primo ya ejercía de profesor conmigo, no le importó añadir un nuevo alumno al que transmitir sus conocimientos, y pacientemente explicó:

―Son unas pocas palabras que van escritas en tiras de papel blanco pegadas sobre fondo azul; se leen muy bien porque son mayúsculas. El telegrama decía así: «SALGO DE PARÍS. LLEGARÉ PRONTO. ANDRÉS». Al conocer la noticia, hasta la cabra se ha puesto contenta, porque mi tío Andrés siempre va con el dinero por delante y eso viene bien a mis padres, pero más contento me he puesto yo porque si mi tío me lleva con él, ¡se acabaron las miserias!

Tras pronunciar estas palabras, mi primo se quedó estático mirando al cielo, soñando a pleno día, mientras los labios dibujaban en el rostro una sonrisa que contrastaba con el semblante taciturno con el que nos había recibido en el jaral.

Siempre ocurría igual. Cuando Jeremías desembuchaba aquello que le inquietaba cambiaba la expresión del rostro, adquiriendo sus ojos un brillo especial que le impulsaba a la toma rápida de decisiones, haciendo que, de repente, pasara de la meditación melancólica al activismo más furibundo, llevando a la práctica lo primero que se le ocurriera, que muy bien podía ser lo contrario de lo que opinara minutos antes.

                                                           

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Fotografía de Nicolás Ventosa López


2 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Muchas gracias. Yo siempre se la deseo, porque Jeremías no merece ser tan desgraciado. Feliz fin de semana.

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