LA VIDA DE MAGÍN PUERRO
-XIV-
“Sé
que me quieres, Magín,
de
tu amor estoy segura
pues
tu mirar es dulzura
y
no mirar desencanta.
Muda
quedó mi garganta
al
contemplar tu figura.
Tuve
que inventar, perdona,
mi
vocación al convento
temiendo
que en un momento,
de
amores no resistiera
y,
quizás, virtud perdiera
al
darte consentimiento”.
Preciosa
niña, - le dije-
te
quiero más todavía
puesto
que no comprendía
las
razones que alegabas
en
lo poco que me hablabas,
si
conversación surgía.
Olvidado
queda todo.
Eran
claras intenciones
las
que mueven corazones
al
saberse enamorados.
Por
mi parte, alejados,
duermen
ya los sinsabores.
En
esta bendita noche
me
hallo tan bien querido
que
todo lo sucedido
parece
ser ese sueño.
en
que el querer es el dueño
por
amantes compartido.
Que bonito es lo que Escribe y con qué gran sentimiento por eso solo una cosa se puede decir de ello Siga siendo como es y escriba en todo momento.
ResponderEliminarEs tan agradable leer tu comentario, que no sé cómo agradecerte la gentileza que tienes hacia mis escritos. En lo que a mí respecta, ten por seguro que seguiré escribiendo mientras tenga facultades para ello. El escribir forma parte de mi vida. Un fuerte y agradecido abrazo.
EliminarMe gustó, tiene mucho ingenio y maestría, atrapa su lectura
ResponderEliminarMuchas gracias, amable comunicante. En lo que a mí atañe y siempre que pueda, cuente con más aventuras de Magín. Un saludo afectuoso.
EliminarNo dejes de rscribir
ResponderEliminarProcuraré hacerlo mientras pueda, Muchas gracias-
Eliminar