LA VIDA DE MAGÍN PUERRO
-XVI-
Eran
ya casi las cinco
de
la tarde placentera;
puesto
el mundo por montera
al
pueblo por fin llegamos
mientras
el hambre callamos
caminando
por la acera..
Tras
las cortinas, algunos
nos
miraban asombrados
pensando
que dos chalados
hoy
irrumpían su siesta,
pues
acabada la fiesta
los
que vienen son malvados.
En
la esquina, sin querer,
nos
encontramos al cura,
con
una mujer madura
(pudiera
ser sacristana)
repicando
la campana
con
extremada bravura
“Qué
sucede hoy aquí”
—pregunté
al monaguillo—
“Que
se nos muere Juanillo,
camarero
del mesón,
pues
abusó del porrón
y
de bruces fue al bordillo”.
Dos
caras tiene la vida,
una
ríe, la otra llora.
Sin
bar el pueblo deplora
que
no chatee la gente,
de
manera que mi mente,
hizo
planes de mejora.
Así es la vida, un hecho produce tristeza a unos y a otros una oportunidad. Bello texto, promete.
ResponderEliminarEn la lucha por la supervivencia, ambos hechos están muy relacionados y Magín es un depredador nato. Descansa, Alie, para que en el domingo no pierdas ni un segundo para ser feliz. Abrazos.
Eliminar