AMANDA
Intuyo tu presencia, aunque no pueda verte.
Te imagino vestida de coral con pómulos rosados
presta a emerger, radiante y jubilosa
con la sonrisa franca de todo lo que nos regala el mar.
Hundo mis pies en el agua por sentirte cercana,
para poder vibrar al unísono cuando aparezcas,
pero me pierdo en la inmensidad de un horizonte lejano
en la profundidad misteriosa de tu corazón palpitante.
Generas un oleaje apacible o inquieto
que invade los pliegues de mi alma,
cuando te haces espuma sobre mi cuerpo anhelante.
Con cada embate del agua me emociono
pensando en tu proximidad,
pero el mar se aleja mansamente de mí
sin apenas haberme acariciado.
Por las mañanas, te busco con la esperanza
de saber algo más de tu ternura de ninfa
de cabellos desatados.
Siento en mi pecho el dolor agridulce
de lo imposiblemente amado
y suspiro cada tarde con la desgarradora sensación
de lo inalcanzable.
Me atormenta la realidad como un cuchillo hiriente
que mata toda esperanza y, sin embargo,
espero y confío escuchar, alguna vez,
ese canto delicadamente penetrante,
sutil lamento de tu voz, reclamándome.
Me balanceo indefenso a merced del destino,
y creo ver tu rostro en el espejo marino
en el que el sol reverbera.
Entre realidad y sueño te busco y te saludo
sin mediar palabra, y sin poder contemplarte.
Aunque cabalgues entre olas invisibles,
te esperaré varado y dolorido
en la playa, cuando el sol decline.
Él muere conmigo y se ilusiona al alba
con la esperanza de poder gozarte plenamente.
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Muy bello poema, cargado de sueños y deseos, nunca puede perderse la esperanza
ResponderEliminarGracias, Alie, por tu comentario, positivo para mí y con un mensaje que deberíamos tener en cuenta, sobre todo, en los momentos difíciles. Abrazos para un feliz domingo.
EliminarUn poema que dice mucho de la sensibilidad de quien lo crea….Carlos.
ResponderEliminarMuchas gracias anónimo comunicante. La sensibilidad también es imprescindible en la mente lectora, como parece ser tu caso. Te deseo un feliz día.
EliminarNo entiendo como me identifica como anónimo, en ningún momento lo he pretendido, expresar mi admiración por lo que escribes, para mi y dado los muchos años que hace te conozco no fue nunca una sorpresa. Soy Luis M. Mazariegos, trataré de realizar los comentarios en otro plano. Un abrazo Carlos.
EliminarQuerido Luis: Si te fijas en el primer comentario te darás cuenta que figura con el nombre de la comunicante, sin embargo, en tu caso, aparece como Anónimo. ¿Puede ser que no pongas la URL? Muchos abrazos.
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