jueves, 28 de noviembre de 2024

 

LA VIDA DE MAGÍN PUERRO

-XVIII-

 



A mi grito respondió

un fiel seguidor de Baco:

—“Si puedo comprar tabaco,

estando todos de luto,

¿por qué no beber el fruto

de la uva?”—dijo, Paco.

 

 

Como por arte de magia

el mesón abrió las puertas

dejando calles desiertas

con las gentes agolpadas

ante la barra, llevadas

por quiméricas ofertas.

 

 

—“Por un euro tenéis tapa,

un vaso de vino regio

sin agua, un sacrilegio

sería, que el primer día,

el Magín y la María

os creyeran de colegio”.

 

Todos rieron la gracia,

bebiendo hasta saciarse.

Hubo quien quiso quedarse

a pasar allí la tarde,

no fuera a ser un cobarde

por tan pronto retirarse.

 

 

Ganadas las voluntades

fue muy fácil proseguir.

Me ofrecí para seguir

como barman de cantina

por salvarme de la ruina

y de hambre no morir.

    

 

domingo, 24 de noviembre de 2024

 PASAJES DE “LAS LAMENTACIONES DE MI PRIMO JEREMÍAS” (106)

CAPÍTULO VII

Se acerca la Fiesta

 

……………………………


―Tienes razón, mamá ―respondí―; reconozco que me he pasado con el pequeño; intentaré pedirle perdón, aunque no me resulte sencillo.

―Hazlo y ya verás cómo te sientes mucho mejor. La grandeza de un alma se manifiesta en estas ocasiones.

La «grandeza de alma» fue la referencia que necesitaba y que me vino como anillo al dedo para solucionar mi siguiente preocupación.

―Mamá ―le dije―; tú siempre dices a Margarita que una gran señora es aquella que sabe hacer de la limosna un regalo y yo sé que Jeremías no tiene dinero para comprar dulces donde el Tío Catorce, y quisiera ayudarle sin herir su amor propio. ¿Cómo he de hacerlo?

―Es muy sencillo ―contestó mi madre―. Cuando venga a buscaros, os daré a los tres, como de costumbre, una pequeña propinilla; luego te fijas qué es lo que compra Jeremías en el tenderete, y a continuación pides tú más de lo mismo; al cabo de un rato pretextando que te has cansado de las chucherías, se las ofreces, con lo cual él no recelará; en ese momento la limosna se convierte en un regalo al mismo tiempo que, en tu interior, una vocecita te dirá que has actuado como «un gran señor».

Cuando acabó de decir esta frase, mi madre se quedó mirándome fijamente con toda la dulzura del mundo, para, a continuación, rogarme como sólo ella sabía hacerlo:

―Por favor, Álvaro, da cuerda a la gramola, coloca la aguja en el extremo del disco y dispongámonos juntos a escuchar la sinfonía desde el comienzo.

Cumplido el encargo, mi madre, con los brazos extendidos, me invitó a refugiarme en su pecho. Entre sus brazos me sentí a un mismo tiempo querido y arrullado. Noté que me apretaba con la misma intensidad con la que acogía a Tinín y, abandonado, únicamente escuché los primeros compases de la melodía. Me desperté minutos más tarde cuando el toc…toc… de la gramola indicaba el final de la audición.

                                                                                       …...............................


 

 

jueves, 21 de noviembre de 2024

 

POESÍA PARA TODOS (Recordando a Gabriel Celaya)

 

La poesía es un ángel que me anima,

un demonio que me encadena,

 un pálpito subyacente

 de mi propia existencia

 comprometido con todo,

 ausente de nada,

 limpio como día claro,

 revolucionario y trasgresor,

 vehemente y aguerrido,

 dislocado por la traición y encendido en la oscuridad

 que oculta mis sueños.

 

 Por eso he compuesto estos versos

 pensando en los invidentes

 de corazón, mezquinos y angélicos

 compartiendo a un mismo tiempo,

 la historia de su tiempo.

 Ojalá recobren la ilusión

 por las formas vivas,

 aristas que rasgan las entrañas,

 aunque el precio sea

 morir en el intento

 de descubrir la belleza.


Fotografía de Nicolás Ventosa López

                                                 

domingo, 17 de noviembre de 2024

 

DE LO IMAGINADO A LO CONCRETO

 

 

 

PRÓLOGO

Sepan los lectores que prologar la nueva obra de Carlos Malillos significa no solo un privilegio sino también emoción. Sepan también que la amistad y la admiración hacia su obra no supondrá impedimento para que sea objetiva, sí, mas, permítanme cierta subjetividad nacida del afecto. Puedo asegurarles que nuestro escritor es tremendamente generoso puesto que de su generosidad y de su talento, tenemos en nuestras manos un regalo: De lo imaginado a lo concreto, poemario publicado por Galeón Books. 

De lo imaginado a lo concreto se trata de una invitación, por parte del poeta, a transitar por las distintas dimensiones que forjan lo tangible y lo intangible, que fraguan, en lo abstracto del amor, del desamor o del paso del tiempo, lo concreto de una experiencia vital, que es la suya y, a la vez, la nuestra. Y es que, no olvidemos, los sentimientos, los deseos que, inicialmente, existen solo en el ámbito personal y nebuloso de lo imaginario, van cobrando forma en la realidad única de este yo lírico que pasea a través del ritmo interno de sus versos, al igual que lo hace el Homo Viator, que es vida y que es viaje. (“Hoy solo quiero sentir el amor / por las venas endurecidas de mi ser, / con un deseo enorme de vivir esperanzado / y de poder hacer en paz mi recorrido”). 

El poemario comienza con “Poesía para todos”, título que alude a la metapoesía. Con él Carlos Malillos expresa que esta, la poesía, es un ángel que me anima, un demonio que me encadena, en clara referencia a Gabriel Celaya “La poesía es un arma cargada de futuro”. Incluso, nuestro poeta revela la necesidad de la lírica para comprender un mundo por el que caminan los invidentes de corazón, carentes de empatía. (“Por eso he compuesto estos versos / pensando en los invidentes / de corazón, mezquinos y angélicos / compartiendo a un mismo tiempo, / la historia de su tiempo.  

Más aún, el poeta confiesa que es un letraherido, como Gil de Biedma, que, enfermo, poseído por la escritura, solo tiene como remedio la escritura misma. 

Hoy ha rozado la inspiración, mañana volverá una vez más a intentarlo. 

Pero no es solo la metapoesía lo que saborearemos en estos nuevos poemas de Carlos Malillos, sino que por ellos pululan sentimientos y emociones atemporales y humanas. De ahí que, en su lectura, se presientan y se sientan tanto la pasión gozosa o la hiriente, como la contemplación y el inevitable paso del tiempo que lo dice todo. Porque, en realidad, la vida se va hilvanando con la aguja de las ausencias y de las presencias, y que es, simplemente, la que maneja los hilos de la nostalgia, de la alegría, de la soledad, de la plenitud incierta, de los destellos del enamoramiento o de algún que otro amargo fulgor de lo que pudo ser y no fue. 

Desde luego, el amor es uno de los temas más recurrentes dentro del poemario pues emerge, en todas sus formas, como un territorio en el que se exploran las luces y las sombras de la entrega, la vulnerabilidad y la complicidad. (“Eres, mujer, salvadora de abismos, / luz que ilumina las cavernas, / música celestial, / viento suave que estremece / despertares inciertos”.) Y, junto a él, reside el desamor, que, como su opuesto, es el eco de lo perdido o de lo que se desvaneció con el implacable acontecer del tiempo y que desemboca en soledad no deseada. (“Triste final que ocupa mis noches en vela, /mientras me invade la certeza segura / de no volver a encontrar el calor de tus labios.”) 

Precisamente, otro de los temas más tratados es el tiempo, testigo silencioso, inevitable y certero, que nos envuelve. En este marco de lo ineludible, los versos se desenvuelven en una suerte de diálogo con la temporalidad y van marcados por la cadencia que modula la verdad de que todo lo vivido se desvanece, de que cada día, cada año son agentes que erosionan y dejan huellas en nuestra piel y en nuestra alma. Aunque, afortunadamente, existe la esperanza de encontrar, de ser o de estar. (“Háblame otra vez de amor, antes que el alba / diga que sueño fue y se deshizo.”). 

 Es importante, igualmente, mencionar el valor que en De lo imaginado a lo concreto tiene el ámbito de la contemplación. A través de ella, rezuman imágenes, símiles y metáforas que dan sentido a todos los sentidos. Ahí es donde convergen la “Paz que anhelo”, el atardecer en la ciudad, las notas de Beethoven, el invierno, el mar, el roce con la piel amada. (“Eres, mujer, salvadora de abismos, / luz que ilumina las cavernas, / música celestial, / viento suave que estremece”), o el deseo de apagar mi sed / en el cáliz entreabierto de tus labios. 

Llaman la atención las numerosas estructuras repetitivas que buscan el ansia de Carlos Malillos por evocar lo que anhela, como es el caso del poema “Rizos” o el vocativo Laura en “Cinema Paradiso”, y por supuesto, “El mar, mi mar”, cuyas olas, en eterno vaivén, nos acercan a Rafael Alberti “El mar, la mar”. Este afán contemplativo ya se aprecia en la cubierta del poemario, ilustrado por su hermano Manuel. Ut pictura, poiesis, locución de Quinto Horacio Flaco, como la pintura es la poesía, o, viceversa. ¿No encontramos aquí un ejemplo evidente de que así es? 

En definitiva, De lo imaginado a lo concreto es un poemario que aborda temas universales de la conciencia humana, personalizándolos y contextualizándolos. Con ellos, Carlos Malillos da rienda suelta a la imaginación, ya sea experiencial o imaginaria, para llegar al mundo sensorial y sensitivo que compartimos todos. Ese mundo se alcanza, quizás, tras recorrer un trayecto o empezar la aventura de detener los instantes con la mirada puesta hacia lo efímero y lo eterno, hacia ese abrir de ventanales con los que vislumbrar los parajes del alma. 

A ustedes, lectores, les queda la tarea de iniciar la marcha y dejarse llevar por la voz de Carlos para emocionarse y reencontrase con un momento íntimo, concreto, que, como nuestro que es, nos moldea y nos construye.

Alicia López Martínez

jueves, 14 de noviembre de 2024

   LAS FINANZAS DE BARTOLO

 

 

 

(Obra teatral en tres Actos)

 

 

ACTO PRIMERO

(En el despacho del director de una conocida

entidad bancaria)

 

BARTOLO— Buenos días. ¿Se puede?

EL DIRECTOR— Pase y siéntese, por favor, don...

BARTOLO— Bartolo Paniagua, para servirle.

EL DIRECTOR— Encantado de conocerle, don Bartolo. Ya me ha indicado mi secretaria que un caballero deseaba conocerme para invertir unos ahorrillos.

BARTOLO— Así es, señor Director. Tengo una pequeña cantidad de dinero ahorrada, repartida en varias entidades bancarias y quisiera unificarla en su Banco, teniendo en cuenta las condiciones que publicitan en el exterior.

EL DIRECTOR— ¿De qué cantidad estaríamos hablando?

BARTOLO— De unos quinientos mil euros, que pueden ser más cuando venda unos terrenos que tengo en el pueblo.

EL DIRECTOR— ¡Enhorabuena, amigo! Ha dado usted con el Banco apropiado. Acogiéndose a nuestra oferta de cuenta "Banca Azul", por ese dinero le podríamos dar un 1%, que llegaría al 2% si la cantidad total llegara al millón, además de una tarjeta de crédito y acceso a nuestra web on-line, todo ello totalmente gratis.

BARTOLO— ¿Tendría comisión de mantenimiento?

EL DIRECTOR— En absoluto, don Bartolo. Mientras yo sea el director de esta sucursal, usted no pagará ninguna comisión. Es una atención personal que tengo con clientes VIP, como usted.

BARTOLO— Siendo así, cuente con un cliente más.

EL DIRECTOR— Excelente, amigo. Yo me encargaré de todo. No obstante necesito que me firme las correspondientes autorizaciones y los contratos de la nueva cuenta, de la tarjeta de crédito, de la autorización on-line y otras minucias.

(Una hora más tarde, después de haber firmado no menos de treinta veces)

EL DIRECTOR—Bueno, pues ya lo tenemos todo. Considere esta entidad como su propia casa y si tiene algún problema, no dude en acercarse hasta nuestra entidad, en donde será convenientemente atendido.

BARTOLO— Gracias, muchas gracias.

EL DIRECTOR— De nada, don Bartolo. Ha sido un placer.

 

 

ACTO SEGUNDO

(En la misma entidad bancaria, seis meses más tarde)

 

BARTOLO (dirigiéndose a una empleada)— Buenos días. Desearía hablar con el Director.

EMPLEADA—El Director no se encuentra en la Oficina y no creo que regrese en toda la mañana, pero no se preocupe que yo estoy aquí para resolver sus dudas.

BARTOLO—Verá, señorita, hace seis meses que deposité mi dinero en la cuenta "Banca Azul" y todavía no he recibido los intereses y me han cargado un dinero en concepto de "comisión de mantenimiento".

EMPLEADA— "Banca Azul"..."Banca Azul"... ¡Ah, sí! Era una cuenta que tuvimos hace un tiempo, pero que ya no existe. Su depósito habrá sido transferido a una libreta de ahorro, "La Libreta Blanca", que no produce interés alguno, de ahí que no haya recibido ninguna remuneración y, por supuesto, esta cuenta lleva una pequeña comisión de mantenimiento.

BARTOLO— ¡Pues sí que estamos bien! ¿Y cómo es que no me han avisado?

EMPLEADA— Eso supondría haberle enviado una carta y le hubiéramos tenido que cobrar el sello. Nosotros miramos por el dinero de nuestros clientes.

BARTOLO— ¿Existe algún medio de que no me cobren la comisión de mantenimiento?

EMPLEADA—¡Naturalmente! Sólo tiene que domiciliar la nómina.

BARTOLO— Siendo así... Mañana la domicilio aquí. Adiós y gracias.

 

 

ACTO TERCERO

(En el mismo lugar, otros seis meses después)

 

BARTOLO (visiblemente enfadado se dirige a un empleado)— ¡Quiero hablar con el Director!

EMPLEADO— Por favor, señor, baje el volumen de voz. En este momento no tenemos Director porque estamos en un proceso de reestructuración de nuestra red de oficinas bancarias. Pero yo le puedo atender. ¿Qué desea?

BARTOLO— Deseo saber por qué me siguen cobrando la comisión de mantenimiento en "La Libreta Blanca", si ya domicilié la nómina.

EMPLEADO— Es que desde hace unos meses, la domiciliación de la nómina no es suficiente; se necesita hacer un Seguro de Vida, tener domiciliados tres recibos y realizar un gasto mensual con la tarjeta de crédito de, al menos, quinientos euros.

BARTOLO— Pero esto no es lo que yo firmé inicialmente. ¡Me siento estafado!

EMPLEADO— Lo siento caballero, pero son normas que nos vienen de arriba y yo no puedo hacer absolutamente nada.

BARTOLO— En ese caso, mañana mismo retiro el dinero.

EMPLEADO— Puede hacerlo cuando desee, pero le advierto de que el coste de un cheque bancario es de trescientos euros.

BARTOLO— Pues lo saco en efectivo.

EMPLEADO— Si decide hacerlo así, tardaremos unos días en tenerlo disponible.

BARTOLO— ¡Me da igual! Me lo llevaré aunque tenga que contratar una furgoneta.

EMPLEADO (hablando a Bartolo en tono paternal)— Piénselo bien. No debería decir yo esto, pero todos los bancos hacemos lo mismo. Además, fuera, en el barrio, hay gente que puede enterarse de que tiene dinero en casa y... Compréndalo cada vez hay más ladrones...

BARTOLO (enfadadísimo y confuso abandona la entidad mientras masculla)— Ya sé que hay ladrones fuera. Ahora he comprendido que también los hay dentro.

 

FIN


                                                 

domingo, 10 de noviembre de 2024

 



LA NOCHE

 

   

 



Aquí, en la oscura noche

en donde vivo oculto,

manejo a mi modo el recuerdo.

Actualizo la distancia y el tiempo pasado

imaginando el nombre

que me ensueña, esfumándose y

presentándose como una aparición

en el lindero de mi vida

como algo que sucedió y aún está pasando.

Revivir la nostalgia, es morir

sin haber muerto.

 

Sobre el teclado del ordenador,

pienso y recito a media voz

los versos que compuse

solamente para ti

cuando la primavera, la risa

y el amor, eran la misma cosa.

Flotan en el aire los perfumes

atrapados de recuerdos, los sabores

del néctar de tus labios que libaba

a cada instante, como esencia de vida,

mientras acariciabas mi pelo,

y, encendido, dibujaba tu contorno con mi mano.

 

En la oscura noche, todo es posible.

Evoco sin rencor la despedida,

el triste adiós y el desencanto.

Quizás fue bueno no morir de amor entonces,

para seguir muriendo ahora, a cada instante,

cuando la noche y su negrura

me oculta la bóveda celeste

y, sin embargo,

cara al amanecer, tendré que ver

el cielo como el alma, hecho jirones,

antes de cerrar mis ojos y entregarme

a la noche sorprendente de mis sueños.

 

Fotografía de Nicolás Ventosa López

Santa Pola (Comunidad Valenciana)


 


jueves, 7 de noviembre de 2024

 

FÁBULA DE LA JIRAFA SOLIDARIA

 

En muchas regiones de África, el monzón africano, con su pertinaz lluvia, inunda sabanas y pastizales durante más de cuatro meses. “Yuca”, una jirafa joven y esbelta soportaba la difícil situación, agravada por el hecho de encontrarse en los últimos días de gestación.

A la luz de la Luna, amparada por la presencia de sus congéneres, se recostó cerca de unas acacias y parió un hermoso ejemplar al que bautizó con el nombre de “Titán”, al que desde el primer momento dedicó todos sus cuidados. El recién nacido se refugiaba entre las patas maternas con ese instinto natural  que tienen los animales para protegerse de sus depredadores, en este caso, leopardos y hienas manchadas.

Con el paso de los días, Titán fue creciendo y robusteciéndose de forma tal que destacaba por su altura, cualidad, sin duda, debida, a los genes heredados. Durante todo este tiempo fue recibiendo sabios consejos de su madre como el de no alejarse mucho del grupo de los mayores o el no comer demasiado cuando el alimento escaseaba, para dar oportunidad a que sus jóvenes compañeros, de menor alzada que él, tuvieran la oportunidad de saciar su hambre. Al llegar a la edad adulta, Titán era la jirafa más alta de su familia, con un cuello que superaba con creces los dos metros  y una estatura tan elevada que le permitía alcanzar los tallos a los que otros no llegaban.

Valiéndose de la lengua y del labio inferior prensil atrapaba su alimento pero sin que nunca ramoneara de los tallos situados a inferior altura, con el fin de no privar de comida a jirafas no tan altas.

Seguir el consejo materno le hizo granjearse el aprecio de todos y gozar así, de la empatía de la manada.

MORALEJA: Sé solidario. Para vivir no necesitas tanto.

 

 

domingo, 3 de noviembre de 2024

 

HAIKUS DEL FRÍO QUE VIENE

 

 

Viene noviembre

con tragedias y muertes.

¡Qué mal empiece!

 

A veces pienso,

¡qué será de las hojas

en suelo frío!

 

Hoy, san Martin,

apenas treinta días

y san Andrés.

 

Días menguantes

como el compás abierto

de mis andares.

 

Un mes y poco

para que el Niño llegue

en Navidad.

 

 

Fotografía de Joaquín de Jaudenes Ortuño