.Hace tan sólo dos días, ha tenido lugar en
España, el estreno de esta película de
acción, cuyo fin no creo que sea otro que el de entretener. La sinopsis de la
cinta, es la siguiente: Un agente de interpol, venido a menos, Michael Bryce
(Ryan Renolds), recibe el encargo de proteger a un asesino a sueldo, Darius
Kincald (Samuel L. Jackson), que en ocasiones anteriores ha intentado acabar
con su vida. El motivo por el que Michael tendrá que ejercer, contra su
voluntad, de guardaespaldas de Darius, radica en que este último es la única
persona que puede testificar en el juicio que se sigue en La Haya contra un
malvado dictador, interpretado por Gary Oldman. Desde Inglaterra, en donde se
encuentran, hasta La Haya, sufrirán toda serie de contratiempos, puesto que el
dictador intenta desde la cárcel, que sus secuaces eliminen a esta pareja.
Paralelamente y en segundo plano, está los intentos de Michael de sacar de la
cárcel, a la mujer de Darius, la bella Sonia (Salma Hayek).
Apenas he comenzado a visualizar la cinta, tuve la impresión de que se trataba de una película que ya había visto con anterioridad. Los diálogos groseros entre los protagonistas, con intención de resultar graciosos para el espectador, no cumplen con este fin y parecen repetición de otros entablados entre parejas de personalidades opuestas, que hemos tenido ocasión de presenciar, en numerosas ocasiones, en diferentes películas. Por otra parte, la aparición en la cinta de Salma Hayek, no parece justificada, salvo si lo que se pretendía era alegrarnos la vista con su presencia o defraudarnos con la utilización sexista que de ella se hace.
No todo, sin embargo, es negativo en esta inconsistente película. Las escenas de acción, están muy bien conseguidas, resultando espectaculares en algunos momentos, en los que desde la butaca, te sientes perseguido por los sicarios del dictador. La tecnología aplicada a la filmación de películas, es casi una constante de los nuevos tiempos y en esta ocasión, el resultado es excelente.
En resumen, una cinta floja de final previsible, a
ratos entretenida, que divertirá a algunos; a mí, no. El precio de la
localidad, quedó amortizado por las dos horas en las que disfruté de una
temperatura muy agradable, en una tarde en el que el calor del exterior
agobiaba.
Qué completo eres; das a todos los palos. Un abrazo
ResponderEliminarIntento hacer, Mª Ángeles, que lo publicado en el blog, tenga un contenido variado, para que no me den muchos palos. Jajaja. Abrazos.
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